Socuéllamos, la Patria del Vino en Ciudad Real

Ubicado en una inmensa llanura, al noroeste de la provincia de Ciudad Real, en Castilla-La Mancha, Socuéllamos es uno de los municipios españoles que mejor ha sabido mantener su tradición enológica, además haberla hecha evolucionar con mucho acierto.

Regado por los ríos Záncara y Córcoles, este pueblo manchego cuenta con una población de más de 13.000 habitantes, y está considerado como la Patria del Vino, ya que se trata de uno de los más destacados productores de vino de la provincia. Pero, pesar de poseer un enorme casco urbano y una gran actividad, sigue manteniendo la tranquilidad propia de los pueblos manchegos.

Cuenta con una gran oferta de bodegas, y podremos visitar la mayoría de ellas y degustar los excelentes vinos de La Mancha. Con ellos podremos acompañar su deliciosa oferta gastronómica, y comprobaremos que están muy presentes en la mayor parte de las de celebraciones y eventos culturales de la villa. Situada a 26 kilómetros de la localidad de Tomelloso, y a 36 kilómetros del municipio de Campo Criptana, una escapada a Socuéllamos nos tendrá todo el tiempo muy ocupados y verdaderamente entretenidos.

Qué ver en Socuéllamos

Su larga trayectoria histórica ha legado a Socuéllamos un impresionante patrimonio monumental que incluye edificios como la Casa de los Mendoza, un caserón solariego del siglo XV que pertenecía a Antonio de Mendoza, el que fuera virrey de México y de Perú; la Casa de la Inquisición, donde vivió en el siglo XVII el inquisidor Juan Librero Martín de Montenegro, o la Casa de la Encomienda, también conocida como el Antiguo Ayuntamiento.

En obra religiosa destacan la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, del siglo XVI, y el Santuario de Nuestra Señora de Loreto, del siglo XVII, además de la Ermita de San Isidro, que se encuentra en el conocido como el Paraje de Titos, y donde cada 15 de mayo se celebra una romería que cada año atrae más visitantes.

Otros lugares que merece la pena conocer durante nuestra visita a Socuéllamos son la Plaza del Coso del siglo XVI, también llamada Plaza de la Iglesia; el Puente Romano, situado en el paraje Molino de la Torre; la Plaza de la Constitución, donde se halla el actual Ayuntamiento y constituye la mejor zona de ocio y tapeo, y el Parque Adolfo Suárez, donde además de dar un agradable paseo podremos visitar el Museo Torre del Vino, desde cuyo mirador se contemplan las mejores vistas de la zona y unos espectaculares atardeceres.

Planes en Socuéllamos

Los aficionados al turismo enológico disfrutarán en esta villa manchega de un montón de bodegas que permiten ser visitadas y que ofrecen catas de vinos, como las Bodegas Delgado Collado, la Bodega EHD, la Finca El Refugio, las Bodegas Lahoz, las Bodegas Tinedo, las Bodegas Cautela y las Bodegas Cristo de la Vega. La visita enoturística se puede contemplar con un recorrido por el Museo Torre del Vino.

Además, el calendario de eventos local incluye Manchavino, un programa que ofrece a lo largo de todo el año distintas actividades que giran en torno al vino y su cultura, como el Manchavino Profesional, orientado al sector empresarial; la Fiesta de la Vendimia, que se incluye dentro de las fiestas en Honor de la Virgen de Loreto e incluyen el Concurso Nacional de Catadores de Vino de Socuéllamos, o el Patio del Vino, que se celebra a principios de septiembre alrededor del Museo Torre del Vino con catas de vinos de la ciudad y mucha música.

Pero hay otros otros planes que nada tienen que ver con el vino, como una sesión en el Balneario de la Hijosa, situado en el término municipal de Socuéllamos, cuyas aguas sulfatadas llevan más de un siglo siendo recomendadas para el reumatismo y diversas patologías cutáneas, y que fueron declaradas de utilidad pública en 1918.