Campo de Criptana, los molinos de viento más famosos y mucho más
Campo de Criptana es conocido por tener los molinos de viento más populares de España, escenario de la novela de Don Quijote de La Mancha, así como por ser cuna de nacimiento de la actriz internacional Sara Montiel.
Situada en pleno corazón de la Mancha y conocida por sus famosos molinos de viento, Campo de Criptana es una localidad que, según los estudiosos, sirvió de inspiración a Miguel de Cervantes para escribir uno de los pasajes más conocidos de su novela Don Quijote de la Mancha. Es en este municipio dónde se piensa que transcurre la aventura del hidalgo y su escudero enfrentándose a los gigantes.
Los molinos de viento de Campo de Criptana están declarados Bien de Interés Cultural; los Molinos Infanto, Sardinero y Burleta están declarados, a su vez, Monumentos de Interés Histórico y Artístico. Así pues, su característica imagen de los molinos hace de este municipio un lugar excepcional para disfrutar con toda la familia. Además, aprovechar para disfrutar del Albaicín criptano con sus calles estrechas y las típicas casas manchegas de una sola planta encaladas de blanco con zócalo azul, será una opción acertada para deleitarse cualquier fin de semana.
Historia de Campo de Criptana
Debido a los restos arqueológicos encontrados, se puede afirmar que su término municipal fue un área poblada desde el neolítico, hace unos 5000 años. En un principio se trataría de culturas trashumantes en busca de metales. Se encuentran restos de sus asentamientos y petroglifos en la Senda de Cantareros. Ya dentro de la Edad del Hierro, varios poblamientos forman parte del territorio de los carpetanos. De ellos habla el historiador griego Polibio. Bajo la pretura de Tiberio Sempronio Graco, allá por el 178 a.C., es cuando se domina la zona y se crean las bases del desarrollo comercial, construyendo puentes, vías, calzadas y puentes.
Tras la caída del Imperio Romano, Campo de Criptana formó parte, de manera efímera del reino alano, pasando rápidamente al dominio visigodo. En la época musulmana, el término municipal quedó bajo el amparo de la ciudad de Toledo, tanto durante el califato como durante la Taifa de Toledo. En 1174, el rey Alfonso VIII decide que tanto Criptana como Villajos sean repobladas por la Orden de Santiago. En 1328 se unifican los pueblos de Criptana y el Campo según la carta de privilegio del maestre de la Orden pasando a denominarse Campo de Criptana. En torno al siglo XVI se datan, además de los molinos de viento, algunos de los monumentos más importantes del municipio.
El área de Campo de Criptana ha sido escenario de la actuación de las guerrillas en la Guerra de la Independencia y la Primera Guerra Carlista. La localidad experimenta una notable expansión económica pasado el reinado de Isabel II a consecuencia de la llegada del ferrocarril. Con el desarrollo de la vid y de la producción vinícola, a finales del siglo XIX y primeras décadas del siglo XX, llegaron bodegueros y exportadores de vinos a esta zona con tierra y condiciones ideales para el cultivo de la misma, dada la crisis en Francia por la extensión de la filoxera.
Patrimonio cultural de Campo de Criptana
Sobre el otero que domina al pueblo aparece un magnífico conjunto de molinos de viento, la imagen más icónica de Campo de Criptana. Ya en el catastro del Marqu��s de la Ensenada, en 1752, se reflejan 34 molinos. En la actualidad son doce los que se observan sobre la sierra de Los Molinos y otro en el Cerro de la Paz. Su iconografía nos sumerge inevitablemente en la novela del famoso Don Quijote de La Mancha. Según los estudiosos cervantinos, eran estos los molinos contra los que lucho el ingenioso hidalgo. Señalar que cada molino tiene su nombre propio y que podemos visitarlos. De hecho, el molino Poyatos es el Punto de Información Turística en el que se coordinan las visitas al resto de molinos, al Campo de Criptana y a su entorno. Uno de los molinos, Culebro, se ha convertido en el Museo de Sara Montiel, cantante y actriz de origen humilde nacida en esta población y que alcanzó una gran fama internacional. Ella misma inauguró el Museo en 1991. En el molino Inca Garcilaso podemos ver contenido relacionado con el vino y su historia en la localidad, y con la DO del Vino de la Mancha.
Un paseo por el Albaicín nos descubre el núcleo primitivo de la población. Configurado de forma distinta a cualquier típica población manchega, pasearemos por calles empinadas de trazado sinuoso con magníficos miradores. Su origen se sitúa a finales del siglo XVI cuando muchas familias moriscas procedentes de Granada se refugiaron en esta parte del poblado. Tiene este barrio un importante valor patrimonial ya que se configura con un gran número de casas-cueva excavadas en la tierra o roca. Se puede visitar la Casa-cueva “Pastora Marcela”, de gran interés etnográfico.
Pasear por Campo de Criptana todavía nos depara muchas sorpresas. Visitar el Centro de Interpretación del Molino Manchego, el Pósito Real, el Pozo de Nieve, el Museo de Eloy Teno, cuyas figuras alusivas al Quijote y forjadas en hierro recorren toda la población, la Iglesia Parroquial de Ntra. Sra. de la Asunción, el Santuario de la Virgen de Criptana o el Santuario del Cristo de Villajos son algunas de las propuestas que no se deben pasar por alto.