El Museo Natural de Olivos Milenarios del Pou del Mas, en Castellón
Descubre la población con más densidad de olivos milenarios, disfruta de un museo al aire libre y date un capricho con su gastronomía, basada en el aceite de oliva propio del lugar.
La Jana, a pocos kilómetros de Vinaroz, es un municipio de Castellón, situado en la comarca del Bajo Maestrazgo, que esconde un rincón natural con mucha historia: el Museo Natural de Olivos Milenarios del Pou del Mas. Se trata de un museo al aire libre que puede visitarse en cualquier momento de forma gratuita. Pese a este último dato, se pide responsabilidad en la visita y respeto por el lugar, así como seguir el recorrido marcado, para poder continuar contemplando los olivos miles de años más.
Este lugar ostenta el récord de tener el mayor número de olivos milenarios en el menor espacio, que son un total de 21 en menos de una hectárea. Además, en todo el término municipal de La Jana hay en total 970 olivos milenarios, que tampoco es baladí.
Museo Natural de Olivos Milenarios
La finca que acoge este museo lleva por nombre Pou del Mas. Para llegar hasta aquí se puede ir en coche y aparcar, únicamente durante la visita, junto a un área recreativa habilitada muy próxima al terreno. En el Pou del Mas se ofrece un recorrido muy bien determinado con diversos carteles en los que se destacan los ejemplares más importantes y explicando las características de cada olivo. Otros paneles contemplan la historia, la explicación del museo, el aceite que se obtiene de sus frutos y los premios que han recibido.
José Joaquín Llorach es el propietario de la parcela y de la finca. Tras varias negociaciones con el Ayuntamiento de La Jana, la cooperativa y la mancomunidad Taula del Sénia, consiguió que se declarara el lugar como el Museo Natural de Olivos Milenarios, dando a conocer este precioso rincón así como el pueblo castellonense.
Como curiosidad, cabe destacar que en el 2019 el Ayuntamiento de la Jana organizó un encuentro de USK en el entorno de los olivos milenarios con el objetivo de darles visibilidad. Urban Sketchers es un colectivo de artistas de todo el mundo que dibujan pueblos y ciudades y, en esa ocasión, retrataron este hábitat, así como la arquitectura rural valenciana de piedra.
¿Qué ver en La Jana?
Esta población tiene su origen en una villa romana, por ser el punto de cruce de la vía Augusta con la vía Hercúlea. Recibió la carta Puebla en 1236, tras la conquista cristiana, y años más tarde, concretamente en el 1540 se constituye como Villa. Sin duda, La Jana es conocida por sus olivos milenarios, especie que plantaron ya los romanos en estos terrenos y que ha alcanzado la excelencia por su gran calidad.
La agricultura es el motor económico de esta población, basada especialmente en el cultivo del olivo y la posterior extracción del aceite. Sin embargo, su gastronomía tradicional, además de tener como base este oro líquido, también cuenta con las hortalizas que se cultivan allí y se combinan con carnes, básicamente de animales de corral. El plato típico es la ‘olleta de capella’ y, entre los dulces típicos, destacan els ‘rollets’, els ‘cocs’ o las ‘casquetes’, todo elaborado de forma artesanal.
Entre los lugares más interesantes que se pueden visitar en La Jana están las casas y portadas señoriales, con los escudos nobiliarios propios de familias importantes del pasado. Es también muy bonito pasear por sus calles y acabar en la plaza con la iglesia y el Ayuntamiento como protagonistas. En las afueras, además del Museo Natural de Olivos Milenarios, podrás ver algunas encantadoras ermitas; y si coges el coche, en apenas 20 minutos llegarás a Vinaroz, un excelente destino de playa.
