Puebla de Arenoso, un vergel en la provincia de Castellón

Fuente de la imagen: Puebla de Arenoso Blogger

El envidiable entorno natural de Puebla de Arenoso es su principal señal de identidad. Este bonito pueblo de origen árabe se encuentra situado en la comarca del Alto Mijares, en la provincia de Castellón, Comunidad Valenciana. A su término municipal pertenecen las pedanías de Los Calpes, Los Cantos y La Monzona. Su casco urbano posee un peculiar trazado musulmán, con calles que confluyen en la plaza, la única triangular que existe en la Comunidad Valenciana.

Qué ver en Puebla de Arenoso

Un paseo por el municipio nos permitirá descubrir sus principales monumentos, tanto religiosos como civiles. Entre los primeros destacan la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de los Ángeles, además de un rosario de ermitas, como la de Santa Bárbara, la Ermita San Cristóbal, la Ermita de la Virgen de los Ángeles, la Ermita de Santo Tomas y la Ermita de Nuestra Señora de Loreto.

Por lo que respecta a los monumentos y lugares de tipo civil, señalar el Puente Colgante del año 1894; el edificio del Ayuntamiento, que es del siglo XVII y está realizado en mampostería y sillería; el Casco Antiguo, de trazado medieval, o el Castillo de Arenoso o de La Viñaza, de origen árabe.

Fuente de la imagen: Turismo Castellón

Cocina tradicional de Puebla de Arenoso

Este pueblo de Castellón posee una oferta gastronómica propia, aunque se encuentra influenciada por las cocinas tradicionales castellonense y valenciana. Entre los platos más típicos de la localidad se encuentran las gachas, las ollas de invierno o de verano, las recetas elaboradas con arroz y los productos derivados de la matanza del cerdo, como las longanizas o las morcillas.

Uno de los mejores lugares para comer en la localidad es el Restaurante L'Abadia, que se encuentra en el número 4 de la Plaza de la Iglesia.

Fuente de la imagen: Anda con Tiocanya

Atractivos turísticos de Puebla de Arenoso

Puebla de Arenoso ofrece a sus visitantes una buena oferta de turismo cultural y de naturaleza. Su entorno natural, rodeado de montañas y surcado por ríos y barrancos, está repleto de verdes paisajes, en los que abundan los bosques de pinos, de carrascas, rebollos, sabinas o enebros. También abundan los arbustos de lentisco, tomillo o espliego. Sin duda es un enclave natural perfecto para disfrutar del senderismo y de la tranquilidad de la zona.

La villa posee un gran atractivo monumental. Su trazado urbano es ya de por sí de lo más sugerente, típico de las poblaciones que se crearon tras la Reconquista. Por eso no es raro ver en este municipio algunas casas cuyas puertas cuentan con un arco de medio punto.

Los monumentos, la gastronomía tradicional o las fiestas y traiciones locales completan la oferta turística. Es el caso de la Fiesta de Verano, que tiene lugar la primera semana de agosto, e incluye todo tipo de actividades para mayores y pequeños.