La Pobla de Benifassà, buen turismo rural en Castellón
La Pobla de Benifassà es un destino muy recomendable en el interior de Castellón para desconectar, disfrutar de la naturaleza y degustar una estupenda cocina tradicional.
Son muchos los que asocian Castellón con playas, y olvidan que esta provincia valenciana también cuenta con sugerentes destinos en el interior. Sin ir más lejos, La Pobla de Benifassà, una encantadora población situada en una zona montañosa de gran valor ecológico por su riqueza de flora y fauna.
Ubicada en la Comarca del Bajo Maestrazgo, su encanto no sólo reside en su entorno natural. También posee un interesante patrimonio monumental, ricas propuestas gastronómicas, agradables tradiciones y una buena oferta de alojamiento y restauración. Pero, sobre todo, lo que más valoraremos es la gran tranquilidad que se respira en esta villa valenciana.
Al municipio también pertenecen los núcleos de población de Ballestar, el Boixar, Coratxà y Fredes. La Pobla, a su vez, forma parte de la comarca histórica de la Tinença de Benifassà, junto a las localidades de Ballestar, Bel, Bojar, Castell de Cabres, Corachar y Fredes.
Lo que nos espera en La Pobla de Benifassà
Aunque el clima de La Pobla de Benifassà es de tipo mediterráneo, no resulta tan suave como en la zona de costa de Castellón. Esto es porque posee ciertos rasgos continentales que, unidos a su altitud de 705 metros sobre el nivel del mar, hacen que los inviernos sean fríos, con nevadas frecuentes y temperaturas que pueden llegar a descender hasta los -10 grados centígrados. Los veranos son suaves, sin altas temperaturas que produzcan sensación de bochorno.
Una vez en el pueblo, tenemos mucho que ver, sobre todo por lo que se refiere a monumentos. Predominan las edificaciones religiosas, como el Monasterio de Santa María de Benifasar, del siglo XIII; la Iglesia de Corachar, del siglo XIII; la Iglesia de Ballestar, también del siglo XIII; la Iglesia del Bojar, del siglo XVIII; la Iglesia Parroquial de Santiago Apóstol, o la Iglesia de Fredes.
También hay antiguos monumentos civiles, siendo su casco antiguo de gran interés arquitectónico. Y merece la pena acercarse a la Cueva de los Roedores, o Cova dels Rossegadors, para ver sus pinturas rupestres, que han sido catalogadas como de Interés Artístico e Histórico.
Qué hacer en La Pobla de Benifassà
En el término municipal de La Pobla de Benifassà nace el río Cenia o Sénia, y sus aguas, junto a las del río Verde y las del barranco de la Tenalla, dan origen al embalse de Ulldecona, un bello enclave natural. Otros bonitos parajes que recorrer en la zona son Els Estrets, un lugar de interés geológico y natural; el Parque Natural de La Tinença de Benifassà o el Salt de Robert, una cascada de unos 30 metros que se forma donde nace el río Sénia.
A la hora de comer, disfrutaremos de la cocina tradicional de la Tinença de Benifassà, cuyos platos más típicos son la olleta de recapte, las carnes y verduras a la brasa o las chuletas de cordero con patatas. Tanto para probar como para comprar, aquí se elaboran jamones, miel y cuajada. También se pueden adquirir almendras y dulces como los carquiñoles y los crespillos.
Un lugar curioso que descubrir es el Jardín de Peter Buch, un artista alemán que se estableció en el pueblo hace casi tres décadas. En el jardín de su casa ha instalado las peculiares estatuas que crea combinando los elementos del propio bosque con materiales reciclados. Encontraremos este fantástico lugar poco antes de llegar a La Pobla de Benifassà, tomando un camino que sale a la derecha.