La vía ferrata de la Roca del Molí, en Castellón

Las actividades deportivas están de moda, y si a eso le sumamos la montaña, el reclamo asciende notablemente. Se puede hacer desde senderismo a bici, pasando por el ‘trekking’ o incluso el ‘trail running’, pero hay otra interesante opción que es la de las vías ferratas. Una propuesta diferente, además de divertida, para la que no hace falta ser un experto escalador.

Los itinerarios de las vías ferratas recorren paredes o macizos rocosos, de forma vertical u horizontal, con ayuda de presas, clavos, tirolinas, puentes, etc. El origen de la palabra ‘ferrata’ viene del cable de acero que aporta la seguridad a esta actividad. La Comunitat Valenciana cuenta con numerosas zonas habilitadas como vías ferratas de diferentes dificultades, desde K1 a K6. Descubre a qué nivel te enfrentarás en la vía ferrata de ‘La Roca del Molí’, en Castellón.

Vía ferrata ‘La Roca del Molí’

La vía ferrata ‘La Roca del Molí’ está en Alcora, provincia de Castellón. Está clasificada como primer nivel, es decir, muy sencilla, y es apta para todo aquel que quiera, incluso los más pequeños de la casa. En este recorrido vas a practicar deporte a la vez que disfrutas de uno de los paisajes más espectaculares de la Comunitat Valenciana.

El Castillo de l’Alcalatén será testigo de esta excursión, junto con un antiguo molino de harina. En la vía ferrata de ‘La Roca del Molí’ se sube por una pared vertical de más de 50 metros para después lanzarse por una tirolina. Desde la parte superior de la montaña se contemplan unas vistas espectaculares ya que, además de estar en plena naturaleza, se puede observar todo el paisaje que rodea esta zona. Para finalizar esta aventura, habrá otro descenso, esta vez por un rápel de 25 metros de altura.

A la hora de realizar esta ruta debes acudir a alguna empresa multiaventura que te recomienden en Alcora y que incluyen guía titulado, seguro de accidentes y todo el material que necesitas para hacer esta actividad.

¿Qué ver en Alcora?

El municipio castellonense de Alcora ofrece una gran variedad de posibilidades a sus visitantes: naturaleza, cultura, historia… Además de la vía ferrata, se pueden practicar también paseos a caballo, tiro con arco, kayak o barranquismo, entre otras actividades. También hay rutas urbanas en las que poder descubrir rincones con mucho encanto como el Castillo de l’Alcalatén, las ermita de San Vicente y San Cristóbal, las pedanías de la Foia y Araia, etc.

Uno de los motivos por los que es conocida popularmente esta localidad es su cerámica. De hecho, tienen un Museo de Cerámica de l’Alcora en el que poder ver la creaciones de la Real Fábrica del Conde de Aranda, del siglo XVIII, así como obras de alfarería local y vanguardias de todo el mundo.

Pero si hay un tesoro en Alcora que se está perdiendo son las Termas Romanas de Santa. Se trata de un conjunto arqueológico perteneciente a un asentamiento de los siglos I al IV que todavía conserva las salas de agua fría, templada y caliente; un corredor y una bañera. Se encuentra a las afueras, en la carretera que une Alcora con Sant Joan de Moró, en bastante mal estado de conservación, aunque están señalizadas y se pueden visitar en cualquier momento.