Castell de Cabres, la localidad con menos habitantes de la Comunitat Valenciana
Una pequeña población en la comarca de Els Ports con mucho por conocer y disfrutar, como la historia de su nombre o los monumentos que la componen.
Castell de Cabres es una bonita villa rural de la provincia de Castellón, situada a más de 1100 metros de altitud sobre el nivel del mar. Está muy próxima a Morella, la Pobla de Benifassá, Vallibona o Herbés. En el INE de 2022 contaba con apenas 20 habitantes censados, por lo que se convierte en el municipio con menos población de la Comunitat Valenciana.
La despoblación que se produjo con el éxodo rural de los años 70, junto que con la principal actividad económica es la ganadería, han sido las causas de que muy pocas personas vivan todavía aquí. Castell de Cabres forma parte de Els Ports, aunque haya fuentes que indiquen que pertenece al Baix Maestrat.
Castell de Cabres
La fundación de Castell de Cabres se atribuye a los árabes, sin ser está información del todo aclaratoria. Años más tarde, en 1195, fue conquistada por el rey Alfonso II, aunque quedó abandona a su suerte hasta que en el año 1233 la reconquistó definitivamente Jaume I, lo repobló de cristianos y aumentó el número de casas y habitantes. La pequeña población se vio especialmente afectada por las guerras carlistas, durante los siglos XVIII y XIX, conocida por la “Guerra de Cabrera”, popular general carlista.
Como curiosidad, hay una la leyenda que explica el nombre de Castell de Cabres. El pueblo estaba solo habitado por personas mayores, mujeres y niños en el pueblo, ya que todos los hombres estaban guerreando. Hubo un día que se acercaron las tropas enemigas para saquear el pueblo de noche y, para impedirlo, subieron al castillo todas las cabras que tenían con una antorcha atada a cada cuerno. Los enemigos creyeron que esos puntos de luz eran soldados y se retiraron, por lo que se logró ganar una batalla que parecía perdida. El nombre de “Castell” se debió a su castillo y “de Cabres” fue en homenaje a las cabras que lograron espantar al enemigo.
Castell de Cabres es un buen lugar para descubrir haciendo senderismo, pues pertenece al sendero GR-331 Camí de Conquesta, una ruta circular de gran recorrido (166 kilómetros en 15 etapas). Esta ruta pasa por increíbles paisajes de la comarca de Els Ports, montañas, valles, ríos, etc. Un recorrido perfecto para conocer la historia, naturaleza y entorno de la zona.
Qué ver en Castell de Cabres
Al empezar el recorrido por Castell de Cabres, cabe hacer una parada en la iglesia parroquial de San Lorenzo, bendecida en el año 1763 y ubicada junto a la Plaza Mayor, en la falda de la colina donde se asienta la población. La estructura la forman tres naves, crucero, coro alto y campanario. La nave central está cubierta con bóvedas vaídas y las naves laterales con bóvedas de arista, una combinación arquitectónica característica de la comarca de Els Ports. Destaca su decoración pictórica, de marcado carácter popular y colores vivos, que está muy bien conservada. Todavía se conservan los estucos y las pinturas al fresco de los muros y las bóvedas, y se puede ver a los cuatro evangelistas en las pechinas de la cúpula.
Otro lugar importante es la ermita de San Cristóbal, a unos 5km de Castell de Cabres, situada en la cima de la montaña de San Cristóbal. Fue construida en el año 1565, parece ser que sobre una antigua ermita, y desde este punto se puede observar una magnífica panorámica del valle alto del río Escalona, así como de los llamativos pinares de Castell de Cabres y el próximo poblado de Herbeset. Es un claro ejemplo de ermita de Reconquista de planta rectangular y formaba parte de un conjunto con una hospedería y la casa del santero, que se conservó muy bien hasta 1902, pues tenía a su cuidado un ermitaño que vivía allí. El paso del tiempo y un incendio en 1936 han sido los encargados de que la techumbre y los arcos estén derruidos, aunque se conservan los muros y la puerta de entrada.
En la plaza de la Iglesia está la Fuente de la Vila, con arcos de piedra natural e inspiración románica. Ha sido, desde su origen, la fuente de suministro de agua para la población, de ahí su importancia. De hecho, su agua sigue siendo de buena calidad para su consumo. Por último, destaca en la parte más alta de Castell de Cabres, “El Castell”. Una zona en la que quedan las ruinas del que fue un castillo bastante sencillo, por lo que parece, con un muro y una torre central. También en este lugar se encontraron restos líticos, cerámica prehistórica y cerámica medieval, muestra de todos los poblados que han habitado la zona.