Mascarell, el único pueblo amurallado de la Comunitat Valenciana
Visitar Mascarell es todo un aprendizaje de historia y cultura entre muros. Descubre la única ciudad amurallada de la Comunitat Valenciana.
Mascarell es un pequeño pueblo de la provincia de Castellón, muy próximo a Nules y Burriana. Se trata de la única población de la Comunitat Valenciana que se encuentra completamente amurallada y que no ha crecido extramuros. Actualmente, no cuenta con mucha población, tan solo 200 personas viven dentro de sus murallas, aunque son muchos los turistas que se acercan, curiosos, a conocer esta villa medieval.
Este pequeño recinto fortificado fue declarado Bien de Interés Cultural en 1995 por sus características únicas. Recientemente, además, se ha creado un jardín con el fin de introducir un espacio acogedor alrededor de la muralla.
Mascarell, entre murallas e historia
El nombre de Mascarell tiene su origen en la lengua árabe y significa “campamento”. El principio de su historia está vinculado a la expulsión de los musulmanes de Burriana, una población próxima. De hecho, el primer documento que hace referencia a la población es de 1310, cuando el rey Jaime I expulsó a la población musulmana de Burriana y se establecieron entre esta población y Nules.
Las murallas de Mascarell están hechas con la técnica del tapial de costra con mortero, verdugadas, tierra y ladrillo, datadas en el año 1553, y además se sabe que estaban rodeadas por un foso que impedía que fuera invadida. Hoy en día, el que fuera un foso, se ha convertido en una acequia de riego. La planta de la población es prácticamente cuadrangular, tiene dos accesos, el Portal de Valencia al oeste y el Portal de Levante al este. En el centro de cada lado de la muralla hay una torre defensiva.
Pero además de historia y murallas, Mascarell es gastronomía y fiesta. El plato típico es la tradicional paella, pero también el “all i pebre”, el arroz al horno, el arroz con pato y el puchero. Además, se pueden encontrar bebidas populares como el licor de café, el carajillo, la horchata o la mistela. En cuanto a las fiestas, cuenta con dos eventos importantes a lo largo del año: las patronales en honor a San Agustín que se celebran en agosto y la feria, totalmente ambientada al estilo medieval, que tiene lugar anualmente en noviembre. Sus habitantes se visten con trajes de la Edad Media y la artesanía, juegos o las exhibiciones de combates de caballeros toman las calles.
Qué ver en Mascarell
Además de planificar una primera visita a la muralla, Mascarell tiene otros puntos de interés. La iglesia parroquial de San Agustín bien merece una visita. Se trata de un conjunto construido a finales del siglo XVII, y destaca por su estilo barroco y la torre de gran altura que hace las veces de campanario. En su interior hay interesantes esgrafiados, similares a los de la iglesia de la Purísima Sangre de Nules.
Por supuesto, hay que hacer una parada en la Casa Municipal o Ayuntamiento, que alberga la seda del ayuntamiento del pueblo. Este edificio emblemático fue construido a finales del siglo XVIII y, pese a no ser de grandes dimensiones, su arquitectura y diseño lo hacen atractivo y especial a partes iguales. Y no podía faltar el corazón de este pintoresco municipio, su Plaza Mayor, que fue totalmente restaurada a partir del año 2010. Lo componen la plaza, un centro de ocio y la biblioteca, que se encuentra en las antiguas escuelas.
Por último, alrededor de las murallas está el jardín de Mascarell, que realza la belleza de la villa amurallada desde su exterior. Cuenta con una selección de plantas ornamentales, con numerosos aromas y colores. Sin duda, un espacio muy acogedor y refrescante que aportar el valor natural a este lugar.