Albocàsser, la puerta al Alto Maestrazgo
Si buscas un destino rural próximo a Castellón al que no le falte historia, patrimonio y tradición, Albocàsser te está esperando con los brazos abiertos.
Albocàsser es la capital de la comarca del Alto Maestrazgo, en Castellón. Se encuentra en la falda de una colina, rodeada de almendros y olivos, entre el Bajo Aragón y ‘Els Ports’ de Morella. Entre las paradas obligatorias destacan el Ermitorio de Sant Pau o la Fuente de Na Tosca. También está su castillo, aunque solo conserve algunas ruinas, y el palacio Fuster, del siglo XVIII.
Además, tiene el orgullo de poseer su principal referente en las pinturas rupestres del barranco de La Valltorta. Se trata de uno de los mejores exponentes del Arte Rupestre Levantino, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. En las cuevas se pueden contemplar escenas de caza con animales, arqueros y figuras femeninas.
Qué ver en Albocàsser
Este municipio, conocido por ser el portal del Alto Maestrazgo, cuenta con un patrimonio y una historia dignos de ser conocidos. A unos 3 kilómetros del núcleo urbano, se encuentra el conjunto del Ermitorio Hospedería de Sant Pau, formado por una ermita, una hospedería, el patio, dependencias anexas y una plaza porticada. Fue declarado Bien de Interés Cultural y actualmente alberga la oficina de turismo, que puede visitarse de forma gratuita dentro del horario de apertura. De este lugar destacan las pinturas murales ‘grises’, dedicadas a la vida de Sant Pau, especialmente, del siglo XVII.
Una vez dentro de la población de Albocàsser, hay que visitar los lavaderos, lugar de reunión social durante siglos, y que se siguen utilizando a día de hoy. Muy próxima está la ermita de los Santos Juanes, del siglo XIII, y que actualmente se encuentra inmersa en un proceso de restauración. No hay que olvidar la Torre de la Fonteta, del siglo XVI, construida como torre de defensa asilada que protegía al castillo, así como los accesos y todo lo que la rodeaba.
Otros puntos de interés son el Ayuntamiento y la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, que aloja dos piezas de gran valor patrimonial: un retablo gótico que perteneció a la ermita de la Virgen de la Esperanza, donde se ven representadas diferentes escenas de la vida de la Virgen María; y la arqueta del Jueves Santo, del siglo XVI. Por último, a la afueras de la población, se puede visitar la ermita de Sant Pere Màrtir, de mediados del siglo XV, considerada Bien de Relevancia Local, y a donde se camina en romería cada domingo más próximo al 29 de abril.
Historia y tradiciones de Albocàsser
La historia de este lugar se remonta a miles de años atrás, y la prueba la encontramos en el Parc Cultural Valltorta Gassulla, donde se pueden encontrar las mencionadas pinturas de Arte Rupestre Levantino. También se han encontrado objetos de la edad de bronce, íberos, romanos y musulmanes. Precisamente de esta época, se supo que hubo una alquería y su propietario era conocido como Abul Alcasir. Su similitud con el nombre actual de la población hace pensar que probablemente se deba a él su origen. Durante la época cristiana perteneció a diferentes señoríos, a la Orden de los Templarios y al rey Jaime II.
La historia hace a las tradiciones y en Albocàsser no les faltan festejos que celebrar, como San Antonio en enero, en el que se hace una hoguera monumental y se reparten las tradicionales ‘coquetes’. Además de este, son otras muchas las celebraciones religiosas del municipio, como la romería a San Miguel el segundo domingo de mayo, la feria de Sant Pau en julio o las fiestas patronales, en honor a la Virgen de la Asunción en agosto.
Por último, destacar su gastronomía, en la que el aceite de oliva es de una calidad excelente. Algunos de los platos típicos son la carne a la brasa con ajoaceite, la popular ‘olla’ o los pasteles tradicionales, como las almendras garrapiñadas o cualquier otro dulce en el que la almendra sea el ingrediente principal.