Vega de Pas, en los cántabros Valles Pasiegos
Vega de Pas es una de las tres tranquilas y tradicionales villas pasiegas que se encuentran enclavadas en el corazón de la Cantabria más profunda.
Ubicado a menos de 50 kilómetros de la ciudad de Santander, y a sólo 17 kilómetros de Villacarriedo, el pequeño pueblo de Vega de Pas es un reducto de la Cantabria más genuina y alejada del mar. Junto a San Pedro del Romeral y San Roque de Riomiera dan forma las conocidas como las "tres villas pasiegas". Por su parte, Vega de Pas cuenta con los núcleos o barrios de Yera, Viaña, Pandillo, Candolias, La Gureba y Guzparras.
Se halla en la comarca de los Valles Pasiegos, a la que sólo separa de Burgos la sierra del Castro Valnera. Rodeado por verdes montañas, en el municipio se alternan alturas que van de los 241 a los 1.716 metros. Su origen se remonta a la Edad Media, y durante muchos años ésta fue una zona que se mantuvo bastante aislada del resto de la Península. De ahí que los pasiegos hallan heredado un carácter un tanto individualista.
Eso no significa que no reciban bien a los visitantes, los cuales disfrutarán con su riqueza natural, su patrimonio monumental, su ricas propuestas gastronómicas y sus ancestrales tradiciones.
Qué ver en Vega de Pas
Comenzamos hablando de las cabañas pasiegas, unas típicas y antiguas construcciones de la zona de estilo muy rústico, y cubiertas con tejado de pizarra. Solían contar con una parte destinada a vivienda y con otra para el ganado. Utilizadas antaño por los pastores, proliferaron en la zona entre los siglos XVI y XVIII. Eran abandonadas debido a los traslados o "mudás" en busca de mejores pastos. Entre las más antiguas destaca una situada en Estallo, que se remonta al año 1518.
En cuanto al patrimonio monumental, mencionar la Iglesia de Nuestra Señora de la Vega, de finales del XVII; el edificio del antiguo Sanatorio del Doctor Madrazo, de principios del XIX, o la Ermita de la Virgen de La Gurueba.
Hay otros dos lugares claves en la localidad, la bonita plaza de Vega de Pas, donde predominan las casonas montañesas con balconadas, y el Museo Etnográfico de las Tres Villas Pasiegas, cuya visita es la mejor forma de conocer la historia y las costumbres del Valle de Pas, como el popular cuévano, un hondo cesto con asas para colgar a la espalda típico de esta zona de Cantabria, o el "salto pasiego", una forma de salto con pértiga.
Qué hacer en Vega de Pas
La gastronomía pasiega nos habla de tradición, y de una forma de vida basada en la ganadería y en el trabajo en el campo. Sus platos más típicos se elaboran con excelentes carnes, con peces de río y con frescos frutos de la tierra, que van directamente de la huerta a la mesa. La magnífica leche de las vacas pasiegas son en gran parte las responsables de productos locales tan exquisitos como la mantequilla, los quesucos pasiegos, las quesadas y los famosos sobaos.
El entorno de Vega del Pas invita a perderse en la naturaleza. Se pueden realizar rutas a pie como la de la pradería de Ruyemas, que tiene un recorrido un cinco kilómetros junto al arroyo del Pandillo. Otro atractivo trayecto, este en coche, es el que transcurre entre barrios pasiegos, partiendo de La Vega con destino a los barrios de Portilla y Pandillo, donde podremos ver dos auténticos cabañales al fondo de valle. Y una de las rutas más populares es la del Ascenso al Castro Valnera, un recorrido de ocho kilómetros que es mejor realizar en verano y con buen tiempo.
Y dejamos para el final el calendario de fiestas de Vega de Pas, entre las que destacan la festividad de Nuestra Señora de la Soledad, a principios de octubre en La Gurueba; las fiesta de El Pilar, el 12 de octubre, en la que cientos de romeros de los valles del Pas, Toranzo y Carriedo se dirigen hasta la campa de Guzparras para honrar a esta Virgen, y la celebración de la Virgen de Valvanuz, que tiene lugar el 15 agosto.