Descubriendo la ciudad cántabra de Torrelavega
Lugar de paso de la meseta castellana a los destinos marineros de Cantabria y Asturias, Torrelavega bien merece una parada para descubrir lo que nos reserva esta villa cántabra.
Que Torrelavega es una población muy industrial es algo más que evidente. Su skyline está marcado, en gran parte, por las grandes chimeneas de sus industrias. Pero, aún así, la verde vegetación sigue siendo la nota predominante. Y es que es lo que tiene el Norte de España, que el exultante verdor nunca falta.
Esta gran ciudad, la segunda más poblada de la comunidad cántabra, está ubicada en los valles formados por los ríos Saja y Besaya, pero la costa está muy, muy cerca. De hecho, la marinera villa de Suances se encuentra a sólo 10 minutos. Pero esta vez nos quedamos en Torrelavega, considerada la Capital del Besaya, para conocer su historia, sus monumentos, su gastronomía y su lado festivo. ¿Nos acompañas?
Lo que hay que saber de Torrelavega
Hay que remontarse al siglo XIII para conocer lo orígenes de Torrelavega, a lo que por entonces se conocía como Lugar de la Vega, Aldea de la Vega, La Vega o Corral de la Vega. Fue Garcilaso de la Vega I, adelantado mayor de Castilla, quien edificó en la zona una torre, que unida a su apellido daría lugar en el siglo XVIII a Torre de la Vega, actual Torrelavega. Fue en esta época cuando comenzó a convertirse en un destacado centro comercial e industrial, alcanzando su mayor esplendor en los siglos XIX y XX. En 1895 la regente María Cristiana le concedió el título de ciudad.
El paso de los los siglos ha dejado en este municipio un gran legado histórico-monumental, en el que destaca el conjunto de Viérnoles, uno de los nueve núcleos de población que conforman el municipio, y que está integrado por una buena cantidad de palacios y casonas construidos entre los siglos XVII al XIX.
Otras notables edificaciones son la iglesia neogótica de La Asunción, del año 1892, o la contemporánea Iglesia de la Virgen Grande, inaugurada en 1964. Por lo que se refiere a arquitectura civil, destacar el Palacio de Demetrio Herrero, del año 1888, que hoy en día es la sede del Ayuntamiento.
Mucho que hacer en Torrelavega
Es un auténtico placer pasear por la actual Torrelavega, repleta de enormes avenidas, bonitas plazas y numerosos espacios verdes. No faltan calles peatonales, que son las más comerciales, y donde podremos disfrutar a lo grande del shopping. Una grata experiencia que en el casco antiguo se combina con la oportunidad de disfrutar de sus centenarios edificios.
Llegada la hora de comer, la oferta de Torrelavega es también espectacular, ofreciendo una gran variedad de locales de restauración con cocina de muchísimos lugares del planeta. Si prefieres la cocina tradicional, apuesta por un contundente cocido montañés o por un rico lechazo llegado de Castilla. Y el momento dulce lo protagonizan los famosos hojaldres de Torrelavega, que se preparan en forma de tartas, milhojas, almendradas o lacitos, siendo el más popular “la polka”.
Y un buen momento para visitar Torrelavega es a mediados de agosto, en torno al día 15, que es cuando se celebran las fiestas mayores de la ciudad, en honor de la Virgen Grande. Duran 10 días, y entre sus muchísimos actos y actividades sobresale la Gala Floral, un multitudinario desfile de carrozas que ha sido declarado de Interés Turístico.