Senda del Faro del Caballo y los acantilados, en Santoña
Fuente de la imagen: Cantabria Rural
Cantabria divide su enorme belleza natural entre sus magníficos parajes del interior de la comunidad y los de su costa. Hoy nos quedamos con un maravilloso paisaje que combina mar y montaña, el de la Senda del Faro del Caballo y los acantilados, en el Monte Buciero.
La elevación del Buciero se adentra como una península en el Cantábrico, formando impresionantes acantilados. Alberga un espléndido encinar, además de varias antiguas fortificaciones napoleónicas, y dos faros decimonónicos, siendo uno de ellos el Faro del Caballo, considerado uno de los más hermosos de España.
La única forma de recorrer este enclave natural es andando. Las rutas, tanto la senda que lleva directamente al faro como la que rodea todo el monte, parten de la encantadora localidad de Santoña, en la que además de conocer sus bellas marismas, podremos probar, y comprar, sus famosas anchoas.
Fuente de la imagen: Ahota Cantabria
Ruta del Faro del Caballo
El recorrido comienza en el paseo marítimo de Santoña. Es una ruta de 10 kilómetros, cinco de ida y cinco de vuelta. Está totalmente señalizada, y durante el trayecto podremos ver lugares como el Fuerte de San Martín, el cruce de Cuatro Caminos o la Casa de la Leña.
Camino al faro atravesaremos magníficos bosques de laureles y espinos, pero también habrá tramos situados junto a los acantilados, que habrá que realizar tomando las debidas precauciones.
El premio final será el Faro del Caballo, al que se accede tras bajar, y luego subir, alrededor de 700 escalones. Si realizas este trayecto en un día de verano, puedes aprovechar para darte un baño. Desde el faro parte un tramo de 100 escalones que llevan directamente a una plataforma de roca situada junto a las cristalinas aguas del mar Cantábrico.
Fuente de la imagen: Hola.com
El Faro del Caballo
Construido en el año 1863, el Faro del Caballo dejó de prestar servicio en 1993. Se halla sobre un acantilado del Monte Buciero, gozando desde hace más de un siglo de unas impresionantes vistas panorámicas del mar y de la costa.
Fueron los presos del Cuartel del Presidio de Santoña los que acondicionaron el acceso y colocaron los escarpados escalones que llevan hasta el faro. Nuevamente fueron reclusos, pero esta vez del Centro Penitenciario El Dueso y en 2013, los que llevaron a cabo el acondicionamiento de todo el recorrido.
El tramo final que lleva hasta el faro está compuesto por casi 700 escalones, que tendrás que realizar a la ida y a la vuelta. Pero merece la pena. No olvides llevar un calzado cómodo y agua, porque la ruta dura casi tres horas, y si la realizas en verano no olvides el bañador.