La espectacular ermita de Cantabria que lleva siglos resistiendo las impetuosas olas del Cantábrico
Si tienes intención de visitar Santillana del Mar o Suances te recomendamos que hagas una parada en esta ermita que posee un espectacular emplazamiento.
Cantabria es una de las comunidades autónomas del norte de España que está marcada por verdes praderas, montañas imponentes y encantadores pueblos medievales. Es el refugio perfecto para los amantes de la naturaleza y de la buena mesa.
Esta zona sorprende por su autenticidad y diversidad paisajística, y aunque ya es un destino reconocido, aún guarda tesoros naturales escondidos que vale la pena descubrir. Si buscas alejarte de las rutas convencionales y explorar destinos llenos de encanto y tranquilidad, Cantabria es una apuesta segura.
En esta ocasión, te proponemos una escapada hacia uno de los lugares menos conocidos y más fascinantes de Cantabria, ideal para añadir a tu itinerario si tienes planeado visitar joyas medievales como Santillana del Mar o las playas de Suances. Prepárate para dejarte asombrar por un entorno de belleza salvaje que te hará conectar con la esencia pura de esta parte de España.
Ermita de Santa Justa: un refugio en los acantilados de Cantabria
Cantabria es rica en arquitectura religiosa, pero pocos lugares impresionan tanto como la Ermita de Santa Justa. Situada en un espectacular acantilado frente al mar Cantábrico, esta pequeña ermita parece surgir de la propia roca, ofreciendo una estampa tan única como sobrecogedora. Aislada y rodeada de una belleza natural impactante, esta ermita resiste la fuerza de las olas y el viento desde hace más de 500 años.
Ubicada junto a la playa de Santa Justa, en el municipio de Ubiarco, la ermita toma el nombre de esta misma playa, formando un conjunto paisajístico de gran valor cultural y natural. Su construcción, encajada en la pared del acantilado, la convierte en un lugar de peregrinación imprescindible para quienes desean conocer uno de los rincones más peculiares de Cantabria.
Cómo llegar a la Ermita de Santa Justa
Para acceder a esta joya natural, existen dos rutas principales. La más sencilla parte directamente desde la playa de Santa Justa a través de un camino que está debidamente acondicionado para los visitantes. Pero si buscas una experiencia más aventurera, puedes optar por una ruta que comienza en el área recreativa de la playa del Tagle, bordeando los acantilados.
Esta segunda opción es menos accesible y presenta algunos tramos empinados, pero recompensa con vistas impresionantes de la costa cántabra, incluyendo las playas de Tagle y Los Locos, así como la histórica torre de San Telmo.
Este sendero es perfecto para los amantes de la fotografía y del senderismo, y te permitirá sumergirte en uno de los paisajes costeros más asombrosos de la zona, rodeado de mar y acantilados.
Origen de la Ermita de Santa Justa
La historia de esta ermita, aunque envuelta en misterio, está ligada a la devoción por Santa Justa, una mártir sevillana del siglo III. Justa y su hermana Rufina, jóvenes alfareras del barrio de Triana, fueron perseguidas por su fe cristiana y se convirtieron en santas tras sufrir un trágico martirio entre los días 17 y 19 de julio. Siglos más tarde, la devoción por Santa Justa llegó hasta Cantabria, donde cada año, el 19 de julio, se celebra una romería en su honor en esta pequeña ermita de Ubiarco.
Construida en el siglo XVI, la ermita actual reemplazó una anterior erigida en el siglo XII, en la que se custodiaron las reliquias de las santas. Su interior, oscuro y austero, conserva una atmósfera de solemnidad que parece detener el tiempo, en un contraste perfecto con la fuerza y el dinamismo del entorno que la rodea.