El Embalse del Ebro, en Cantabria
El embalse del Ebro es la mayor extensión de agua dulce de Cantabria, además de uno de los mayores embalses de España, y posee una gran riqueza paisajística y ornitológica.
También conocido como el Pantano del Ebro, este embalse está situado en el centro de la comarca cántabra de Campoo – Los Valles, cuya capital es la ciudad de Reinosa. Se encuentra muy cerca de Fontibre, el lugar donde nace el río Ebro e inicia su largo recorrido hasta el Mediterráneo,
Recoge aguas de los ríos Ebro, Izarrilla e Hijar, y posee un entorno natural de gran valor ambiental, lo que hizo que la zona fuese declarada Refugio Nacional de Aves Acuáticas. Se trata del lugar ideal para una escapada, y para disfrutar de la naturaleza, la cultura, la gastronomía y el entorno natural de la comarca campurriana.
El Embalse del Ebro
Más que un embalse, se trata de un gran lago rodeado por montañas, bosques y prados. Tiene una longitud de 22 kilómetros, una altura máxima de 34 metros y una extensión de 6.253 hectáreas, siendo su capacidad de 541 hectómetros cúbicos Desde este embalse se regulan las aguas del río Ebro.
Pero el Embalse del Ebro no es sólo una masa de agua, es también un refugio ideal para las aves, y un lugar perfecto para practicar deportes acuáticos, como el kitesurf o el windsurf. Además, a su alrededor se pueden realizar maravillosas rutas de senderismo en plena naturaleza.
Para conocer a fondo el embalse y su entorno lo mejor es acercarse a visitar el Centro de Interpretación del Embalse del Ebro, que se encuentra situado en la población de Corconte. Allí, además de darnos recomendaciones para un consumo más eficiente del agua, descubriremos el origen del pantano y su influencia en los habitantes de la zona. También ofrecen visitas guiadas o auto guiadas.
Qué hacer en el entorno del Embalse del Ebro
En las proximidades del pantano hay tres lugares de visita obligada. Uno de esos destinos clave es la Iglesia de Villanueva de Las Rozas, conocida con el sobrenombre de la Catedral de los Peces, que fue sumergida cuando se construyó el Pantano del Ebro en 1946, aunque hay un puente que une la torre de la iglesia con la orilla. En el interior de la torre que sobresale hay una escalera de caracol que lleva a lo más alto, desde donde disfrutaremos de unas vistas espectaculares.
El siguiente punto de interés es el Santuario de Montesclaros, una excelente muestra del barroco montañés del siglo XVII. Rodeado por la espectacular naturaleza de la comarca campurriana, en su interior se guarda a la patrona de la Merindad del Campoo, la Virgen de Montesclaros, por la que sienten un gran fervor los habitantes de los alrededores. El Santuario ofrece alojamiento para todos aquellos que busquen la paz, la tranquilidad y el encuentro con la naturaleza.
Seguimos hasta el bonito pueblo de Retortillo, que se encuentra a sólo cinco kilómetros de Reinosa. Allí se halla el yacimiento arqueológico romano más destacado de Cantabria. Se trata de Julióbriga, los restos de un asentamiento romano de unas 20 hectáreas de extensión. En Retortillo también podremos visitar una necrópolis medieval cuyas tumbas se remontan a la época visigótica.