Bárcena Mayor, uno de los pueblos más bonitos en Cantabria
Pueblo bonito de Cantabria, pero también de España. La buena conservación de su arquitectura montañesa del siglo XVIII y su encanto rural, lo convierten en un fabuloso destino por descubrir.
Bárcena Mayor se encuentra en el municipio de Los Tojos, en Cantabria, al oeste de la carretera que une Reinosa con Torrelavega. Fue declarado Conjunto Histórico Artístico en el año 1979 y forma parte de Los Pueblos Más Bonitos de España. Sin duda, es un destino perfecto para una escapada rural de fin de semana por Cantabria.
Está a orillas del río Argoza, enclavado en el Parque Natural Saja-Besaya. De hecho, los tejados de sus casas se pueden ver rodeados de colinas llenas de bosques de hayas y robles. Como curiosidad, ningún vehículo, salvo que sea residente, puede entrar en el pueblo, debe dejarlo en el parking municipal, por lo que este será el punto de partida de cualquier visitante. ¿Arrancamos con la visita?
Bárcena Mayor
La organización de Bárcena Mayor se puede describir a través de dos calles unidas entre ellas por un entramado de callejones, corrales y plazuelas. Y, como ya hemos dicho que hay que dejar el coche en el parking, la mejor manera de conocer esta villa es caminando por sus calles empedradas y levantando la vista hacia los balcones con geranios de muchas de las casas.
La población cuenta con apenas 80 habitantes, lo que le otorga más encanto todavía, si puede ser. Es un ejemplo perfecto de arquitectura popular montañesa bien conservada, lo que puede hacer sentir al visitante haber retrocedido en el tiempo y en el espacio. Y hablando de retroceder en el tiempo, el significado de Bárcena se remonta a orígenes muy antiguos y significa “lugar llano cerca del río”.
Sin duda, puedes elegir el recorrido que mejor se adapte a ti, pero una buena opción es, desde el parking, pasar por la calle La Calleja y bajar por La Franca, por aquí está la antigua escuela y la casa rectoral. Después, se puede llegar hasta el río Argoza por la calle La Larga, ideal para ir contemplando cada rincón, y después, hay que volver hasta la plaza y ver una notable piedra fregadera. Se sigue por la plaza de Santiago y hay que llevar hasta la iglesia y, después, el lavadero.
Qué ver en Bárcena Mayor
Una de las paradas más importantes en Bárcena Mayor es su iglesia de Santa María, del siglo XVII y estilo barroco montañés. Es de planta rectangular y se divide en dos naves, tiene muros de mampostería y las esquinas están rematadas en piedra de sillería. Destaca, de su interior, las bóvedas de crucería que conservan algo de su policromía original y el retablo de la Inmaculada, de estilo barroco montañés del siglo XVIII también. En una de las fachadas, hay restos de imaginería de un humilladero, construcción que servía antiguamente para entrar o salir de un pueblo, indicando el camino.
La antigua escuela de Bárcena Mayor es una construcción muy especial que se adapta a la ladera en la que se encuentra. Fue cuadra, después escuela y ahora alberga una tienda de artesanía. Otro lugar en el que detenerse es la casa rectoral, un buen ejemplo de casona montañesa del siglo XVIII construida en piedra de gran calidad, lo que daba a entender un poder adquisitivo alto. Además, en el balcón de la primera planta hay un escudo con simbología religiosa, propios de una cosa rectoral. Como curiosidad, destacan dos tallados en piedra que representa dos niños comiendo tallos vegetales, en uno, y un reloj de sol, en el otro.
Un punto que gustará especialmente a los amantes de la fotografía es la hilera de La Franca, pues muestra por un lado la zona donde se cultiva y, por otro, la zona urbana. No hay casa que no llame la atención del visitante en este pueblo y, uno de las características que se pueden observar es que las casas, hasta el siglo XVII eran de una sola planta pero, a partir de la llegada a América en 1492, pasan a ser de dos. El motivo son los nuevos alimentos que se introducen y la necesidad de conservarlos, y a ese segundo piso se le llama “solana”. Aquí se pueden ver casas montañesas, construidas con piedra de sillería, arcos de medio punto en la planta baja, soportal y una habitación para dar cobijo a los sirvientes o peregrinos. También casas con cerramientos, característica de Bárcena Mayor, por tener los cerramientos laterales en la solana y ser de un valor arquitectónico mayor.