Parque Paleolítico de la Cueva del Valle, en Rasines
El Parque Paleolítico de la Cueva del Valle, en la localidad cántabra de Rasines, nos propone una ruta de senderismo por un precioso bosque hasta una cueva que estuvo habitada hace más de dos millones de años. Con sorpresas incluidas...
Para conocer el Parque Paleolítico de la Cueva del Valle tendremos que trasladarnos al municipio de Rasines, en el precioso valle del Asón. Toda esta zona de Cantabria está llena de sistemas subterráneos, como el del río del Silencio, que cuenta con 53 kilómetros de galerías, o el macizo del Picón del Carlista, de gran interés espeleológico. También abundan las cuevas prehistóricas, como las de los Tornillos o Las Cárcavas.
Otra de las cuevas con nombre propio es la del Valle, que cuenta con una impresionantes red de galerías de más de 60 kilómetros. Da nombre a este parque paleolítico, y a ella se llega por una bella ruta de senderismo donde podremos ver hasta un animal que se extinguió hace aproximadamente 6.000 años.
El Parque Paleolítico de la Cueva del Valle
Una sencilla ruta, de dos horas y media de duración y apta para todos los públicos, es la que recorre el Parque Paleolítico de la Cueva del Valle, en Rasines. Al parque se accede gratuitamente, y hay que tener en cuenta que estamos en una zona bastante lluviosa, por lo que conviene ir con botas y ropa apropiada.
A lo largo del recorrido pasaremos por la boca de una antigua mina y por un lavadero de mineral, e incluso entre los árboles podremos ver un gran mamut, con el que podremos fotografiarnos. También tendremos que cruzar el río del Silencio, que nace allí mismo, bien saltando de piedra en piedra o a través de puentes de madera. En el parque hay un arboretum paleolítico, y gracias a varios paneles interpretativos conoceremos el antiguo origen de las plantas que crecen en la zona.
Al final de la ruta se halla la Cueva del Valle, donde se han hallado numerosos restos que nos cuentan que estuvo habitada en tiempos del Paleolítico. Estos vestigios se pueden ver actualmente en el Museo de Prehistoria de Santander. El acceso a la cueva es gigantesco, y su interior se extiende durante más de 60 kilómetros. La visita está reservada para grupos de espeleología con experiencia, pero se puede acceder durante unos cuanto metros equipados con una linterna.
Otros planes en Rasines
Y ya que estamos en Rasines, hay que aprovechar para ver la Ermita de Nuestra Señora de Villasomera, del siglo XVI, o la Iglesia Parroquial de San Andrés, declarada Bien de Interés Cultural, que se encuentra en el desvío hacia La Edilla y Ojébar, dos de los barrios que conforman el municipio.
También podremos darnos un homenaje gastronómico degustando los platos más tradicionales de la cocina cántabra, como unas buenas alubias rojas, o un contundente guiso de carne de jabalí, de corzo o de liebre.
Ésta es una buena zona para disfrutar de la naturaleza y de las actividades que en ella se pueden realizar. Los bellos y cuidados parajes de esta parte de Cantabria invitan a practicar el senderismo, las excursiones en bicicleta de montaña, la espeleología o la pesca.