Los acantilados de Noja
Noja es un municipio de Cantabria famoso por sus playas y por su oferta turística. Las dos playas de la localidad se unen por un precioso paseo que transcurre al borde de los acantialados. Se llama el Paseo de la costa y une las playas de Trengandín y Ris, dos de las joyas de la localidad. Es un plan perfecto para disfrutar de senderismo fácil con vistas privilegiadas.
Noja es un municipio de Cantabria famoso por sus playas y por su oferta turística. Una localidad que durante los meses de verano se llena de gente, de turismo y de vida mientras que durante el invierno es un lugar tranquilo.
Noja está enclavado entre las Marismas de Joyel y Victoria, Parque Natural de 7.000 hectáreas llenas de recursos naturales, flora y fauna.Es el humedal más importante del norte de España y una de las vías migratorias de aves más frecuentada de Europa.
Las playas de Trengandín y Ris son dos de las joyas de la localidad. Y recorrer los acantilados que unen ambas playas, un plan que merece la pena probar. Es un plan perfecto para disfrutar de una ruta de senderismo fácil con vistas privilegiadas.
Se conoce como La Ruta de la Costa y es el nexo de unión entre las dos playas de Noja, es uno de los mayores tesoros naturales y paisajísticos que guarda la villa costera junto a las Marismas de Victoria y Joyel. El paseo comienza junto al aparcamiento/mirador situado en la zona izquierda de la playa de Trengandín. Un panel informativo nos ofrece una breve descripción del recorrido, un trayecto que nos conducirá hasta la otra playa nojeña, la playa de Ris.
El paseo permite disfrutar de la naturaleza en todo su esplendor, un recorrido entre pinos y otras especies arbóreas, unido a los acantilados, las calas, la brisa y la belleza del mar, que hacen de este espacio un lugar de ensueño.
El trayecto tiene dos kilómetros de longitud y se realiza a través de senderos naturales y caminos de arena. Es recomendable hacer este precioso recorrido los días de marea baja para ir descubriendo las formas de las rocas. Auténticas joyas naturales que invitan a parar e imaginar. Durante todo el recorrido iremos descubriendo pequeñas calas salpicadas por el ir y venir de las olas que hacen de este punto un auténtico paraíso natural que merece la pena descubrir.
La playa de Trengandín es una de las maravillas de Cantabria. Se encuentra junto a la iglesia de San Pedro, un bonito edificio que data del siglo XVI. La playa se vuelve especialmente bella los días de marea baja: las negras y afiladas rocas emergen del agua. Tiene muchos servicios para familias, hasta una biblioplaya.
La Ruta de la Costa es un plan perfecto para cualquier momento pero especialmente bonito al atardecer después de disfrutar de una jornada playera en cualquiera de las dos playas de Noja. Desde Trengandín a Ris por la costa se tarda unos 20-30 minutos de cómodo paseo.
Ya casi al final, encontramos la pequeña playa de Pombera, diminuta playa rodeada de pinares y aún sin urbanizar, con una casuca de baños muy próxima a ella.
Otro paseo precioso al borde de acantilados es el Cabo Quejo, que destaca por sus bravos acantilados a mar abierto. El paseo es de 4,5 kilómetros y se tarda en hacerlo una hora y media. El Cabo Quejo es el segundo cabo más septentrional de Cantabria tras el cercano Cabo de Ajo. Cuando la marea está baja lo ideal es acercarse a la playa de la Arena adentrándose por la orilla de la ría de la Venera, con el encinar que alcanza hasta la arena y al otro lado de las aguas, la orilla de Ajo.
Sin duda dos paseos preciosos para disfrutar del mar y la naturaleza en Cantabria.