La fiesta cántabra de La Vijanera

Celebrada el primer domingo de enero, La Vijanera es también el primer carnaval que tiene lugar cada año en Europa. Se trata de una de las fiestas más arraigadas y tradicionales de Cantabria, y acontece en el pueblo de Silió, que pertenece al municipio de Molledo, que está a sólo 15 kilómetros por autopista de Los Corrales de Buelna. Con esta celebración se festeja la entrada del Año Nuevo y se despide al Año Viejo.

Hace mucho, mucho tiempo, esta original fiesta se celebraba en los valles de Iguña, Toranzo, Trasmiera, Campoo y Polaciones, aunque hoy en día esta tradición sólo se festeja en Silió. Se trata de un impresionante ritual relacionado con la muerte y la vida, y en él participan numerosos personajes, todos ellos hombres, ataviados con una serie de disfraces de los más espectaculares, coloridos y originales.

Aunque originalmente aparecían en esta mascarada cientos de personajes, hoy en día son poco más de 60 personajes los que forman parte de ella. Nos encontraremos con el oso y su dueño, el viejo y la vieja, la madama, el mancebo, los trapajones, el pasiego, el caballero, la Pepa o Pepona… Pero los auténticos protagonistas son los zarramacos, que visten con pieles de carnero y sombreros picudos además y van ahuyentando a los malos espíritus del año.

Los zarramacos, protagonistas de La Vijanera

De los numerosos personajes que participan en La Vijanera, hay uno que cuenta con el principal protagonismo. Se trata del zarramaco, cuya función es ahuyentar con el ruido de sus campanos a los malos espíritus que pueda traer el año nuevo.

Va ataviado con un cucurucho forrado de tela negra en la cabeza, y la cara también pintada de negro, y a la espalda y en el pecho colocan espuma o trapos para evitar que el peso y el movimiento de los campanos les hagan heridas. La vestimenta se complementa con camisa blanca, pieles blancas de oveja, pantalón azul, un pañuelo de cuadros azules y blancos a modo de corbata y botas.

Lo habitual es que cada zarramaco porte unos cuatro campanos por delante y otros cuatro a la espalda, cargando con un peso de alrededor de 40 kilos. Se sujetan con sogas de cuero mojadas, como las que se usaban antiguamente para atar las vacas al yugo, y son moldeadas hasta que tengan la forma adecuada. Colocar los campanos es uno de los procesos más costosos y que más tiempo necesita de La Vijanera, por lo que suele prepararse días antes, para que posteriormente sólo haya que colocárselos.

Los actos de La Vijanera

La fiesta de La Vijanera comienza el primer domingo del mes de enero, entre las 06:30 y la 07:00 horas de la mañana, con los vijaneros más jóvenes del pueblo recorriendo el pueblo y portando uno o dos campanos cada uno. También se lanzan dianas y cohetes para despertar a todo el pueblo.

A eso de las 11:00 horas todos los vijaneros salen desde Escuelas de Silió, en el centro del pueblo, y también desde los caseríos particulares. Media hora después comienza la Captura del Oso, un acto que tiene lugar en la Plaza de la Iglesia, y en el que participan el Oso y el Amo, y también el resto del grupo.

Toda la comitiva de vijaneros que integran la mascarada van recorriendo el pueblo y haciendo paradas a lo largo de todo el día, siendo una de las paradas obligadas a la altura de la Plaza de Santiago, donde se bebe y se come para recuperar fuerzas. A las 12:30 horas tiene lugar la Defensa de la Raya, que se encuentra a la entrada del pueblo, en el límite con el Barrio de Santián. Allí tiene lugar un frenético baile que puede llegar a durar unos 15 minutos. Otros actos tradicionales de La Vijanera son Las Coplas, el Parto de la Preñá o la Muerte del Oso.