Liendo, acantilados con buitres
Cantabria tiene pequeños pueblos con encanto y uno de ellos es Liendo. El paisaje más impresionante de ese pueblo cántabro son los acantilados del Monte Candina, un macizo calizo de 483 metros de altura cuyas laderas y acantilados caen al mar. Allí algunos días se pueden ver incluso buitres sobrevolando la zona. En Liendo destacan las casas solariegas con fachada de sillería en fincas cerradas, un pueblo precioso que es una escapada perfecta si estás en Cantabria.
Cantabria tiene pequeños pueblos con encanto, preciosos, que son sin duda una escapada perfecta para disfrutar de la naturaleza y desconectar de la prisa. Liendo es uno de ellos. Está situado en la comarca de la Costa Oriental pero, a diferencia de otras localidades costeras, no posee extensas playas, aunque sí un espectacular litoral acantilado. Se asienta en un hermoso y verde valle, especialmente idóneo para la agricultura, y se compone de trece barrios.
Liendo es una de las joyas escondidas de Cantabria. En el municipio destaca la iglesia parroquial dedicada a Nuestra Señora de la Asunción de Liendo, Bien de Interés Local desde 2002; y la ermita de San Andrés junto al puente rómánico desde el que se accede a la misma, ambos Bienes inventariados desde 2002.
Su notable valor paisajístico y sus espectaculares casas solariegas marcaron su tradicional carácter de residencia veraniega. Durante años las familias con grandes fortunas vascas compraron allí casas buscando un lugar no masificado cerca de la costa. Por eso Liendo mantiene hoy día una importante actividad turística a la que no es ajena la bellísima playa de San Julián.
Destacan las casas solariegas con fachada de sillería en fincas cerradas y la ya mencionada iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, del siglo XVII, en Hazas, con gran riqueza interior. En su construcción trabajó el cantero Pedro de la Torre Bueras. El templo cuenta con un buen pórtico al sur y puerta de acceso de medio punto entre dobles columnas y hornacina en lo alto. La casona señorial de Albo, en Iseca Vieja y la cueva de los Tornillos, en Villaviad, son otros ejemplos del valor artístico de Liendo.
El Valle de Liendo está dividido en numerosos barrios, en concreto, Iseca Nueva y Vieja, Isequilla, Llatazos,Mendina, Mollaneda, Noval, La Portilla, Rocillo, Soperia, Villanueva y Villaviad.
ESPECTACULARES ACANTILADOS
Pero sin duda el paisaje más impresionante de Liendo son los espectaculares acantilados consecuencia de la capacidad erosiva del mar. La ruta comienza en el barrio de Villanueva para llegar al Monte Candina, un macizo calizo de 483 metros de altura cuyas laderas y acantilados caen al mar.
En este monte se encuentran los mayores acantilados de todo el cantábrico, con más de 260 metros de altitud. Y el paisaje además es especial por las aves y especies que lo habitan. Parece que una de las dos únicas buitreras marítimas de Europa se encuentra en las peñas de Candina con más de 50 ejemplares y durante el paseo se pueden ver algunos ejemplares.
La Oficina de Turismo de Liendo ofrece detalladas descripciones de este recorrido de dificultad baja-media a lo largo de algo más de siete kilómetros por las hoyas del monte Solpico, que domina el macizo Candina.
Gracias a su estratégica ubicación unida al mar entre los municipios de Laredo y Guriezo, Liendo ofrece una buena comunicación con la A8 y su valle cerrado protegido de vientos, hacen que la sensación que tiene un viajero al llegar sea de asombro y comodidad. Es una de las joyas menos conocidas de Cantabria que sin duda merecen una visita. NO te vayas del pueblo sin problar las delicias del que se ha convertido en el restaurante más famoso del pueblo: Ambigú. Relax y naturaleza en la costa cántabra.