El precioso pueblo cántabro de Espinama
Con una buena oferta de alojamiento y restauración, y rodeado de un espectacular entorno natural, el pueblo cántabro de Espinama es una recomendable opción turística para cualquier época del año.
La localidad de Espinama tiene la suerte de estar situada en la preciosa comarca de Liébana, a los pies de los imponentes Picos de Europa. Este encantador pueblo pertenece al municipio de Camaleño, en Cantabria, y está rodeado por las montañas de Valdecoro, Peña Remoña y Coriscao. Desde el municipio sale una pista que sube hasta Áliva y el Cable, que es la estación superior del Teleférico de Fuente Dé.
Cuantos visiten esta bella zona de Cantabria quedarán sorprendidos por la espectacularidad de sus paisajes, existiendo infinidad de rutas de senderismo para sumergirse en ellos. Ésta es también una buena zona para practicar la escalada, la travesía con raquetas o la pesca.
Hay que tener en cuenta que aunque esta población tenga un clima de tipo mediterráneo, por la altura a la que que se encuentra también incluye marcados rasgos de clima de montaña. Esto se traduce en unas primaveras y unos otoños suaves, unos veranos cálidos y unos inviernos muy fríos, con abundancia de nevadas. La temperatura media anual es de 12 grados centígrados. El mes más caluroso es agosto, con una media de 18 grados, y enero es el mes más frío, con 6 grados de media.
Recorrido monumental por Espinama
Como no todo va a ser naturaleza, en Espinama también podremos realizar un pequeño recorrido monumental. Imprescindible es la visita a la antigua iglesia de la localidad, que es del siglo XVII. Estaba dedicada a San Vicente, pero actualmente ya no ofrece culto y se halla algo deteriorada, a pesar de las obras de rehabilitación que se llevaron a cabo en el año 1990 por la Escuela Taller de Potes.
No ocurre lo mismo con varios hórreos tradicionales que hay en el pueblo, los cuales están mejor conservados, manteniendo su estructura de madera con forma rectangular elevada sobre el suelo por cuatro o seis postes de madera.
Siguiendo el recorrido, fíjate en el Escudo de la fachada de la Obra Pía, del siglo XVIII, que se encuentra en la actual iglesia Parroquial de San Vicente Mártir, y acércate a ver la Ermita de la Virgen de la Salud de Áliva y la Casa Rectoral, que cuenta en su fachada con varios antiguos escudos de armas.
La cocina lebaniega de Espinama
En esta zona de Cantabria prevalece la cocina tradicional de la comarca de Liébana. Se trata de una cocina contundente, con abundancia de productos cárnicos. Su plato más emblemático es el cocido lebaniego. Otras recetas y productos típicos son la chanfaina, que se elabora con hígados y pulmones de cordero; los boronas, que es sangre de cerdo guisada; las morcillas, los chorizos y los magníficos quesos de la zona.
Para los más golosos están los riquísimos frisuelos, muy parecidos a los crepes. Se elaboran con leche, harina, aceite, huevo, sal y azúcar o miel. Otro dulce típico son los tontos, que llevan miga de pan, leche, huevo, azúcar, levadura y aceite.
De esta zona de Cantabria es el orujo de Liébana, un licor bastante fuerte, tipo aguardiente, que se obtiene tras destilar el brujo (el bagazo) de la uva.