El pueblo marinero de Colindres, en Cantabria
Situado en la Costa Oriental de Cantabria, junto a la ría de Treto, Colindres es un gran municipio cántabro de herencia marinera y con un gran potencial turístico.
Ría, mar, monumentos medievales y modernistas o una importante industria conservera y de salazón de pescado son algunos de los argumentos que consolidan a Colindres como un gran destino en Cantabria. Separadas por la Autovía del Cantábrico, la A-8, el pueblo se divide en dos zonas muy bien diferenciadas: Colindres de Arriba, que es el casco antiguo, y Colindres de Abajo, la zona más moderna.
Esta villa cuenta con una gran tradición marinera, aunque su puerto no fue construido hasta el año 1935. Pero el hecho de encontrarse a un paso del Cantábrico le ha conferido ese carácter marinero. No es de extrañar que aquí se produzcan excelentes productos del mar que han conseguido, merecidamente, la denominación Calidad Cantabria.
Ubicado en la desembocadura del río Asón, justo donde surge la ría de Treto, junto a este municipio cántabro encontraremos unas bonitas marismas que tienen un alto valor ecológico, y en las que todavía está permitido, de forma controlada, el marisqueo. Está claro que el mar corre por las venas de Colindres.
Qué ver en Colindres
La herencia monumental en Colindres comienza en la Edad Media y se extiende hasta nuestros días. Uno de los edificios más antiguos es la Iglesia de San Juan, que se construyó en el siglo XVI sobre los restos del Monasterio de San Jorge y San Juan, del siglo XI.
Entre los siglos XVI y XVIII, las construcciones de la zona primero eran de estilo Clásico Montañés, y después del denominado estilo Barroco Montañés. De estas épocas son la Casa-Torre de los Agüero, el Palacio del Infantado, la Casa Gil de la Redonda y Velasco, la Casa-Torre de Santaolaja o la Cruz de Mori, entre otras posibilidades.
A finales del siglo XIX llegó a Colindres la tendencia arquitectónica del Modernismo. De esta época se conservan joyas como el Rascacielos de la calle de la Mar o la actual Casa de la Cultura. De finales del siglo XIX y principios del XX son también el Puente de Hierro, Villa Luz, la Fuente de Cueva o la Casa Calzada.
Qué hacer en Colindres
El vínculo que Colindres mantiene con el mar se extiende a su gastronomía, que tiene como protagonistas a los pescados y mariscos de la zona, siendo el bonito la estrella local. Y aunque Santoña se lleva la fama, las anchoas en conserva de Colindres no tienen nada que envidiar. Y es que no hay que olvidar que esta villa cántabra cuenta con varias empresas dedicadas a las conservas de pescado.
Entre los planes para disfrutar de Colindres se encuentran realizar la Ruta de las Casonas o de los edificios Modernistas, hacer un recorrido por el estuario del río Asón, dar un paseo por el Puerto o pasarlo a lo grande en el mes de agosto durante las Fiestas de San Roque y San Ginés.
Sobre todo esto, y mucho más, nos ampliarán la información en la Oficina de Turismo de Colindres, que se encuentra situada en la planta baja de la Casa de Serafina, en la calle Alameda del Ayuntamiento número 4. El horario en los meses de verano es de lunes a jueves de 10:00 a 15:45 horas, y los viernes y sábados de 10:00 a 16:00 horas.