Ampuero, un buen destino de naturaleza en Cantabria
Siempre manteniendo una estrecha relación con el río Asón, Ampuero es un bonito destino cántabro que apreciarán los aficionados a la naturaleza y los amantes de la pesca y la espeleología.
Conocida como la capital del Bajo Asón, un río con una consolidada fama salmonera y truchera, la localidad de Ampuero se perfila como un gran destino en el interior de Cantabria. Con alrededor de 1.500 habitantes, en el pueblo se mantienen sus calles empedradas con una arquitectura tradicional de casas de balcones corridos y galerías acristaladas, y no faltan las típicas casas de indianos.
Pero es su entorno natural el que ofrece mayores atractivos turísticos, con parajes tan excepcionales como el Parque Natural de los Collados del Asón. No sólo ofrece la posibilidad de poder realizar bonitas rutas de senderismo, también están las propuestas que proporciona el río, como la la pesca o el piragüismo.
La localidad es famosa porque en sus cercanías se encuentra el Santuario de Hoz de Marrón, donde se halla la imagen de la Bien Aparecida, patrona de Cantabria. Se trata de una pequeña talla gótica, de apenas 21,5 centímetros, que fue hallada por unos niños en el año 1605 sobre la ventana de una ermita situada en el alto de Marrón. Desde este santuario, ubicado en el collado de Somahoz, se disfruta de una de las mejores vistas panorámicas del valle del Asón.
Ampuero y la naturaleza
El río Asón y su afluente, el Vallino, son los protagonistas indiscutibles de este hermoso valle cántabro, que está rodeado por montañas de no mucha altura, siendo el Candiano, con 500 metros de altitud, una de las cumbres más importantes. Desde esta cima se contemplan la desembocadura del Asón y las rías de Treto y de Limpias.
En los parajes de la zona se alternan las zonas de pradera con bosques de pinos y eucaliptos, contando también con masas arboladas de otras especies, como el encinar de la Maza, el quejigal de la Bien Aparecida o los encinares y hayedos del monte Candiano. No faltan arboles de ribera, como los sauces, los alisos o los avellanos. En cuanto a los habitantes del entorno, podremos ver zorros, jabalíes o comadrejas, y numerosas aves, como urracas, milanos, cernícalos o garzas reales.
En la zona hay dos cuevas, la de los Tocinos y la Cueva Honda. La primera se halla en la pedanía de Solamaza de Ampuero, en medio de un encinar, y cuenta con interesantes estalactitas. En cuanto a la Cueva Honda, se encuentra en Hoz de Marrón, al pie de la Sierra de Breñas, y constituye un importante yacimiento del Paleolítico Medio y Superior. Tiene una profundidad de alrededor de 2.500 metros y múltiples galerías, y por su interior fluye un río.
Qué ver y hacer en Ampuero
Antes de recorrer los alrededores de Ampuero conviene dar un paseo por el pueblo para apreciar su arquitectura tradicional y las casas de los indianos del siglo XIX. Merecen una detenida visita la iglesia parroquial de Santa Marina, en el barrio de Udalla, edificada entre los siglos XIV y XV y de estilo gótico; la Casona de Espina, que destaca por su torre y su portalada, en el barrio La Bárcena, y por supuesto hay que acercarse al Santuario de la Bien Aparecida, en Hoz de Marrón.
A la hora de comer, las principales delicias proceden del río, como las angulas o el salmón. De hecho, en el río Asón todos los años se abre la temporada de pesca con la captura del Campanu, el primer salmón de la temporada. De la zona es también el queso de Las Garmillas, que es tipo Camenbert. Y no hay que dejar el pueblo sin pasar por el Restaurante Solana para probar sus premiadas croquetas de jamón.
En cuanto a las fiestas, las más populares son las que se celebran en honor de la Bien Aparecida, y que tiene lugar en torno a los días 8 y 9 de septiembre. Uno de los actos más populares son sus encierros, conocidos como “los pequeños san fermines”.
