El pueblo blanco de Ubrique, en Cádiz
Naturaleza, historia, monumentos, gastronomía, fiestas y tradiciones son los sólidos argumentos sobre los que se cimienta la oferta turística del pueblo gaditano de Ubrique.
Para empezar a hablar de la localidad de Ubrique, en Cádiz, hay que hacerlo ensalzando su espectacular emplazamiento, entre los parques naturales de Grazalema y de los Alcornocales. Un entorno natural de altura en el que disfrutar de magníficas rutas senderistas, de la pesca o del avistamiento de aves, entre otras actividades.
A continuación hay que hacer referencia a su casco antiguo, considerado Conjunto Histórico. Y es que el origen de esta villa andaluza se remonta a la época de la ocupación romana, como demuestran los restos que se pueden ver de la antigua calzada romana que enlaza Ubrique con Benaocaz y el Yacimiento de Ocuri, donde se conserva uno de los pocos monumentos funerarios de tipo columbario que hay en la Península Ibérica. Por aquí también pasaron los musulmanes, algo que se aprecia en los restos de la fortaleza de Cardela o castillo de Fátima, del siglo XII.
Su histórico casco urbano, de origen medieval, está repleto de estrechas callejuelas, bonitas plazas y coquetos rincones, ofreciendo una imagen encantadora de este pueblo en el que se come muy bien, donde podemos comprar estupendos productos artesanos hechos en piel o donde podremos vivir celebraciones tan peculiares como la “Crujía de Gamones”.
Qué ver en Ubrique
Nos damos una vuelta por el casco antiguo de Ubrique para descubrir todos esos lugares que hicieron que este pueblo fuese declarado Bien de Interés Cultural, en la categoría de Conjunto Histórico. Su entramado de casas blancas, con ventanas y fachadas llenas de flores, proporciona una imagen difícil de olvidar, y muy recomendable para fotografiar.
El recorrido monumental por el pueblo incluye varias fuentes, como la andalusí de los Nueve Caños y otra fuente pública de estilo barroco. También barrocas son las iglesias de San Juan de Letrán, San Antonio y el Convento de Capuchinos, que actualmente acoge la exposición permanente “Manos y Magia en la piel”, un lugar donde conocer la historia de esta población experta en el arte de la marroquinería.
Otros lugares que no debemos perdernos son el edificio de la Casa Ayuntamiento, la Ciudad Romana de Ocuri, las ermitas de San Pedro y del Calvario, la Iglesia de Nuestro Padre Jesús Nazareno, la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la O y el Centro de Interpretación de la Historia de Ubrique “San Juan de Letrán”.
La Crujía de Gamones de Ubrique
De todas las fiestas y tradiciones de Ubrique, la festividad de la Crujía de Gamones es sin duda la más especial. Declarada de Interés Turístico de Andalucía, tiene lugar en el mes de mayo, coincidiendo con la celebración de las Cruces de Mayo.
Durante todo un fin de semana el pueblo se llena de fogatas, o candelas, repartidas por entre las blancas casas del casco antiguo, que también rebosa de adornos florales y música. Las gentes se echan a la calle para explotar gamones a la salud de los amigos. ¿Y qué son los gamones? Pues es una planta de tallo largo y raíz gruesa que se utilizaba hace mucho tiempo para ahuyentar a los lobos de la Sierra de Cádiz. Los gamones se calentaban al fuego, y al golpearlos contra las piedras sonaba un estallido similar al de un petardo. También sirvieron para asustar a las tropas napoleónicas.
Esa curiosa costumbre ha llegado hasta nuestros días en forma de una fiesta en la que las hogueras son protagonistas. Se encienden al atardecer para calentar los gamones y hacerlos estallar con alegría por toda la localidad. También hay actuaciones musicales, exposiciones relacionadas con la Guerra de la Independencia, bailes flamencos o degustación de platos típicos, como los gañotes, un dulce que se lleva preparando en la Sierra de Cádiz, y en especial en Ubrique, desde hace siglos.