Las mejores bodegas de Andalucía
Si visitar Andalucía es siempre una buena idea, aprovechar para ir a sus bodegas y saborear sus buenos vinos todavía lo es más. Descubre estos tres lugares en los que la tradición del vino andaluz cobra más sentido que nunca.
Los vinos españoles están reconocidos en todo el mundo y, en concreto, los andaluces cada vez adquieren un mayor peso en el mercado internacional. En Andalucía hay seis Denominaciones de Origen y no es para menos, pues su clima y temperaturas son ideales para el cultivo de la vid y la elaboración de buenos caldos.
Si a las condiciones anteriores le sumamos el paisaje, hace que visitar una bodega se convierta en una de las actividades más queridas a la hora de hacer una escapada. Jerez de la Frontera, en Cádiz, con su mítico Tío Pepe; Montilla Moriles, en Córdoba o el Cortijo Los Aguilares, en la bella Ronda. Te proponemos tres lugares increíbles por descubrir y tres bodegas en las que probar los mejores sabores de Andalucía.
Bodegas Tío Pepe, en Jerez de la Frontera
Si hay una bodega con nombre propio en Andalucía esa es la del Tío Pepe, en Jerez de la Frontera. Si Jerez forma parte de la historia del vino, esta bodega no es menos. Todo empezó en 1835 cuando Manuel María González decidió, con tan solo 23 años, hacer carrera en el mundo de los vinos. Buscando consejo para conocer el arte del vino jerezano se apoyó en José María Ángel y Vargas o, como él le llamaba, “mi tío Pepe”.
Como agradecimiento referenció las botas de la Solera Fundacional con el nombre “Solera del Tío Pepe”. Y aquí comienza la leyenda. Sus vinos se extendieron por todo el mundo, especialmente en Reino Unido, así como otros países de Europa y América. Precisamente de la relación de Manuel María con el comerciante de vino inglés Robert Blake Byass nació una sociedad que dura hasta nuestros días.
Recorrer en tren sus viñedos y descubrir sus bodegas centenarias es una actividad que no puedes dejar de hacer si visitas Jerez de la Frontera. Además, puedes realizar una cata y saborear los sabores propios de sus mejores vinos. Los vinos de una de las empresas españolas con mayor prestigio, que exporta a más de cien países y que, tras cinco generaciones, sigue siendo fiel a los mismos valores que la vieron nacer.
Bodegas Pérez-Barquero, en Córdoba
Los vinos cordobeses que ostentan la Denominación de Origen (DO) Montilla Moriles son auténticas joyas enológicas. Montilla está a media hora en coche de Córdoba y, sin duda alguna, se trata de una excursión perfecta para conocer sus bodegas y vinos.
En las bodegas Pérez Barquero se elaboran vinos, brandies y vinagres y, para todo aquel que quiera conocer de cerca este proceso tienen diferentes visitas, siempre guiados por expertos conocedores de esta cultura milenaria, con degustación de vino únicamente o de cata maridada con quesos o chocolate, si el vino es dulce.
Estas bodegas tienen un nombre propio, el de Pedro Ximénez, la variedad de vid típica de Montilla-Moriles. Es originaria del Rin y se dice que fue traída desde Flandes hace cinco siglos por un soldado cuyo nombre era ese, Pedro Ximénez. En estas tierras la uva ha encontrado un lugar perfecto para crecer y elaborar, a partir de su fruto, unos vinos finos secos así como maravillosos dulces.
Bodega Cortijo Los Aguilares, en Málaga
En la provincia de Málaga, concretamente en Ronda, además de disfrutar de su maravilloso paisaje, podrás degustar los vinos tradicionales malagueños y los nuevos tintos elaborados en la serranía. En la Bodega Cortijo Los Aguilares cuentan con 18 hectáreas dedicadas a la vid, aunque su terreno es mucho más basto.
Se sitúa a más de 900 metros sobre el nivel del mar, lo que le otorga un clima muy especial. La calidad y singularidad de sus vinos, de la DO Sierras de Málaga, ya está llamando la atención en los principales mercados internacionales. La fermentación de sus caldos se hace a baja temperatura para buscar la mayor expresividad aromática, y combinan la última tecnología con la sabiduría de la tradición.
En sus visitas ofrecen un recorrido por los viñedos, en los que se cultivan las variedades de Tempranillo, Syrah, Merlot, Cabernet Petit Verdot, Sauvignon y Pinot Noir. Además puedes disfrutar sus catas y dan la posibilidad de personalizar tus visitas, desde hacer un picnic bajo una encina centenaria o de pasear por la dehesa. Una experiencia única.