Fiesta de Moros y Cristianos en la Sierra de Cádiz

Tradicionalmente, las fiestas de Moros y Cristianos suelen estar asociadas a localidades de la Comunidad Valenciana. Pero no tienen la exclusiva, porque en plena Sierra de Cádiz, en una pedanía del municipio de Grazalema, se celebra un fantástico evento que recuerda los enfrentamientos que tuvieron lugar entre musulmanes y cristianos.

La población se llama Benamahoma, cuyo nombre significa “Hijos de Mahoma” o “Casa de Muhammad”. En esta localidad gaditana, cada primer fin de semana de agosto, se recrea esa parte de la historia de España en la que los ejércitos cristianos andaban a la reconquista de los territorios ocupados, y que tenían el nombre de Al-Andalus. El origen de esta fiesta se remonta a principios del XVI, un siglo después de la Reconquista, aunque fue en el siglo XVII cuando se hizo más popular y pasó a ser fiesta patronal y local. Os contamos cómo es la Fiesta de Moros y Cristianos que tiene lugar en la preciosa Sierra de Cádiz.

Moros y Cristianos en Benamahoma

En 2019 la festividad tendrá lugar del 2 al 5 de agosto, por lo que todo está ya preparado en este pueblo que cuenta con alrededor de 500 habitantes. El evento gira en torno a la custodia de San Antonio, y todo comienza la noche del viernes a las 22:00 horas con la inauguración de un alumbrado especial para la fiesta.

A continuación tiene lugar el desfile de los bandos Moros y Cristianos, que transcurre por la calle Real y San Antonio hasta la Plaza de Toros. Allí tiene lugar el primer encuentro entre las tropas, y se hacen las presentaciones del Estandarte Moro y del Pendón Cristiano.

Posteriormente, ambos bandos se acercan a la Ermita de San Antonio de Padua para depositar allí sus estandartes. Durante este acto irán acompañados por los alumnos de la Escuela de Danza del Vientre de Toñy Domínguez. A las 23:30 horas, aproximadamente, se leerá el tradicional pregón de las fiestas y tendrá lugar la coronación de las reinas mora y cristiana.

Enfrentamientos a trabucazos y cuerpo a cuerpo

El resto del fin de semana, el sábado y el domingo, no paran las luchas. Como marca la tradición local, las tropas moras son en un inicio las dominantes, teniendo en su poder la custodia de San Antonio. Se inician las luchas, que son tanto a trabucazos como en combates cuerpo a cuerpo. Una hora y media dura este primer enfrentamiento, que transcurre mientras se traslada en procesión al patrón desde su ermita hasta el nacimiento del río Majaceite, también conocido como Guadalcacín.

El domingo también tienen lugar varios enfrentamientos en esta pedanía de Grazalema, siendo las luchas infantiles a las diez de la mañana y las de los adultos a mediodía. En los enfrentamientos participan las gentes del pueblo, y es costumbre que una vez entres en un bando ya no lo puede hacer nunca en el contrario. Finalmente, como ya es conocido, ganan los cristianos, que representan su victoria con una castración simulada del capitán del ejercito moro a manos del capitán cruzado.

Una vez finalizan las luchas, llega el momento de trasladarse a la caseta municipal, donde nos espera una degustación gastronómica gratuita. Otros eventos relacionados con esta celebración son la suelta de vaquillas las tardes del domingo y el lunes, un concurso de disfraces y varios conciertos de música. Todas las noches del fin de semana terminan con una verbena en la que bailar hasta bien avanzada la madrugada. Puedes encontrar más información en la página web de Turismo Grazalema y en la de su Ayuntamiento.