La monumental ciudad de Trujillo, en Cáceres
Trujillo, en Cáceres, es uno de esos lugares que hay que visitar, al menos, una vez en la vida.
Fuente de la imagen: Texfoto
Entre las vegas de los ríos Tajo y Guadiana surge imponente el monumental municipio de Trujillo. Situado en la provincia de Cáceres, en Extremadura, posee un destacado conjunto de castillos, iglesias y casonas solariegas considerado Bien de Interés Cultural, el cual se encuentra ubicado en torno a su centro neurálgico, la Plaza Mayor.
En esta ilustre ciudad cacereña nacieron en el siglo XVI varios de los conquistadores vinculados al Descubrimiento de América. De hecho, la localidad se halla en plena Ruta de los Conquistadores, que atraviesa otros municipios extremeños, como Villanueva de la Serena, Medellín o Jerez de los Caballeros.
Muy cerca de Trujillo se halla el precioso Parque Nacional de Monfragüe, uno de los espacios protegidos más importantes de Extremadura. Está integrado por paisaje de bosques, dehesas y embalses.
Fuente de la imagen: Spain.info
El patrimonio monumental de Trujillo
Tu visita a esta antigua ciudad debe comenzar en la Plaza Mayor, donde se alza la gran estatua ecuestre en bronce del explorador Francisco Pizarro, uno de los ilustres hijos de la villa. Ya en el siglo XVI se convirtió en una plaza señorial, donde las familias nobles y los enriquecidos conquistadores comenzaron a construir sus casas y palacios.
En torno a la plaza se hallan algunos de los edificios más destacados, como las antiguas iglesias de San Francisco, Santa Clara y San Martín. También hay numerosos palacios y casas solariegas de entre los siglos XVI y XVIII, como el Palacio de los Duques de San Carlos, el Palacio del Marquesado de Piedras Albas o el Palacio de los Marqueses de la Conquista o del Escudo.
A lo largo de las calles empedradas podremos ver otras nobles viviendas, como la Casa del Peso Real o de los Chaves Cárdenas y el Palacio de Juan Pizarro de Orellana. El paseo monumental por esta histórica villa también incluye joyas como el Alcázar de los Altamiranos o Alcazarejo, los restos del alcázar de los Bejarano, el mirador de las Jerónimas, el castillo árabe califal o las iglesias de Santa María la Mayor, la de Santiago o la de la Vera Cruz.
Fuente de la imagen: Pinterest
Gastronomía de Trujillo
La gastronomía es otro de los grandes atractivos de esta villa cacereña. En los restaurantes locales se pueden degustar algunos de los platos más típicos de Extremadura, además de las recetas de origen pastoril, como la caldereta o las migas. Los productos derivados del cerdo ibérico son excepcionales.
Entre las recetas locales destacan la crema tostada y los huevos rellenos en dulces, platos que se maridan con los excelentes vinos de la Denominación de Origen Ribera del Guadiana. Podrás probar estas delicias tradicionales en el restaurante del Parador de Trujillo, que está situado en el antiguo monasterio de Santa Clara, del siglo XVI.
Fuente de la imagen: El Casino de Santa Cruz
Entorno natural de Trujillo
La ciudad de Trujillo es la primera etapa de la Ruta de los Conquistadores, que continúa en la provincia de Badajoz pasando por localidades como Medellín, Villanueva de la Serena, Badajoz y Jerez de los Caballeros.
Al norte de la localidad se halla el Parque Nacional de Monfragüe, cuya belleza radica en sus parajes de bosques, dehesas, ríos y embalses. Otros destinos próximos en los que se pueden contemplar preciosos paisajes naturales son Montánchez, una pequeña población situada en la serranía del mismo nombre, y Alhuéscar, que se encuentra rodeada de bosques de encinas y alcornoques.
Si puedes, haz coincidir tu visitar a Trujillo con una de sus fiestas más señaladas, el tradicional Chíviri. Esta singular celebración tiene lugar en la Plaza Mayor cada Domingo de Resurrección, y ha sido declarada Fiesta de Interés Turístico.
