Trevejo, un nuevo destino en la red de Los Pueblos Más Bonitos de España
Mucha historia, una arquitectura singular y un castillo que lleva siglos protegiendo la zona. Así es Trevejo, un destino por descubrir.
Desde el 1 de enero, las localidades de Ampudia, Comillas, Parauta y Trujillo forman parte de la lista de la Asociación de Los Pueblos Más Bonitos de España, junto con Trevejo (no confundir con San Martín de Trevejo). De los 19 municipios que presentaron su candidatura en 2023, solo cinco superaron la puntuación de acceso a la red para obtener el sello de calidad.
Trevejo es una pedanía de Villamiel y forma parte de la mancomunidad de la Sierra de Gata, en Cáceres, Extremadura. A causa de su privilegiada ubicación, fue ocupada tanto por cristianos como por musulmanes, y su huella todavía es visible en el patrimonio histórico.
Qué ver en Trevejo
Trevejo está considerado como un fantástico destino turístico por su historia, su arquitectura típica y su impresionante localización. Esta pedanía, situada al norte de Cáceres, pese a no tener más de veinte vecinos empadronados, cuenta con una gran afluencia de turistas debido, especialmente, a su castillo.
También hay algunos alojamientos en el propio municipio y alrededores, que han surgido a raíz del constante turismo rural que ha recibido en los últimos años. Ha sido declarada como Bien de Interés Cultural con categoría de Casco Histórico, en parte, por mantener su fisionomía inalterada de aldea medieval durante siglos.
Algunos de los elementos característicos de Trevejo son los empedrados de sus calles, las escalinatas o los dinteles de portadas y ventanas. La mayoría de las casas tienen muros de piedra, y los tejados están cubiertos por teja árabe. Trevejo deslumbra belleza por los cuatro costados, bien desde la distancia o paseando por sus pocas calles, que cuentan con rincones inesperados y mezcla de arquitecturas que conforman un gran valor patrimonial y estético.
Castillo de Trevejo
Ubicado en lo más alto de un cerro rocoso, se alza el castillo de Trevejo. La fortaleza original fue levantada por los musulmanes y data del siglo XII. Posteriormente, en el siglo XV fue configurada como castillo. En el año 1166, el rey Fernando II arrebató el control de la zona a los musulmanes, y el castillo lo conquistó algo más tarde Alfonso VII de León. Pasó de las manos del monarca a las de la Orden del Temple, para después pertenecer a la Orden de San Juan de Jerusalén, de Santiago y de Alcántara, hasta que finalmente pasó a formar parte del patrimonio de la familia Zúñiga. Desafortunadamente, fue destruido en el siglo XVIII durante la invasión francesa.
El castillo de Trevejo se estructura en dos recintos diferentes. El interior tiene un pequeño patio de armas que se comunicaba con la torre del homenaje a través de un puente levadizo. Este recinto está mejor conservado que el exterior, que era la zona en la que estaban las caballerizas, las dependencias de los trabajadores y los habitantes del castillo. La torre del homenaje es de plata pentagonal y todavía se conservan algunas dependencias como las chimeneas y una letrina.
Desgraciadamente, su estado de conservación es preocupante. Durante siglos, sufrió un constante expolio, con cuya piedra se levantaron otras construcciones del pueblo. Hay ciertas zonas con las que hay que tener especial cuidado, sobre todo, al visitarlas con niños.