El Castillo de Trevejo, en Cáceres
Por desgracia, no todos los castillos de España están restaurados, pero aún estando medio en ruinas siguen ejerciendo un poderoso atractivo, como sucede con el Castillo de Trevejo, en Cáceres.
Junto a la cacereña Sierra de Gata hay un montón de encantadores pueblos. Uno de esos agradables municipios es Villamiel, y a él pertenece la pedanía de Trevejo, donde encontramos las ruinas de una fortaleza que lleva el mismo nombre, el Castillo de Trevejo.
Está ubicado sobre un cerro rocoso, y se accede a él por un camino de tierra. Mientras ascendemos por el sendero pasaremos primero junto a la Iglesia de San Juan Bautista, que a su alrededor conserva varias tumbas antropomórficas, y también por el cementerio, que está en la misma ladera del castillo.
Y aunque no pertenezca al mismo municipio de Trevejo, a sólo siete kilómetros se encuentra el municipio de San Martín de Trevejo, considerado como uno de los pueblos más bonitos de la Sierra de Gata.
El Castillo de Trevejo
Este castillo roquero fue construido por los musulmanes en el siglo XII para defender los valles que daban a la Sierra de Gata, de la que consideraban su vigía. En el siglo XV la fortaleza fue recuperada por Alfonso VII de León, y a lo largo de su historia ha sido propiedad de la Orden del Temple, de la Orden de San Juan de Jerusalén, de las órdenes de Santiago y de Alcántara o de la familia Zúñiga. Hoy en día es de propiedad privada.
Pero su estado actual es preocupante y soló se conservan parte de las murallas y la Torre de Homenaje. El castillo contaba con dos recintos, uno interior, que albergaba un pequeño patio de armas de pequeño que comunicaba con la Torre del Homenaje mediante un puente levadizo. Por su parte, el recinto exterior es el que se halla en peor conservado, y era donde estaban las caballerizas y las dependencias de los trabajadores y de los habitantes del castillo.
Por la noche, no sólo se pueden obtener unas impresionantes imágenes de la silueta del castillo, también de unos limpios cielos estrellados. Y es que esta zona de Cáceres, que tiene muy poca contaminación lumínica, es perfecta para la contemplación del cielo nocturno. Otro excelente plan en la zona consiste en disfrutar del oleoturismo, ya que estamos en plena Ruta del Aceite de Extremadura.
Qué ver y hacer en Villamiel
Además de acercarnos a conocer el Castillo de Trevejo, en el mismo municipio de Villamiel hay otros sitios que se pueden visitar, como la Ermita de la Soledad, la Ermita de la Piedad, la Iglesia de Santa María Magdalena, junto con su torre, y un antiguo palacio conocido como la Casa del Deán.
El entorno natural de esta villa extremeña invita a pasear tranquilamente por los caminos rurales y por las antiguas calzadas romanas, disfrutando de bellos parajes, campos de cultivo, fincas ganaderas, viñedos y olivares.
En cuanto al calendario de eventos, destacar la festividad de Santiago Apóstol, que tiene lugar del 21 al 25 de julio. El primer sábado de agosto se celebra la Fiesta del Emigrante, un homenaje a todos aquellos que tuvieron que irse del pueblo para trabajar en Madrid, en Cataluña o en el País Vasco, y que retornan en vacaciones. Y otras fiestas señaladas son las del Día de la Piedad, el 21 de noviembre, la Semana Santa y la festividad de San Pedro Celestino, patrón de Villamiel, que tiene lugar el día de 19 de mayo.