Tras las huellas de los dinosaurios en Salas de los Infantes
La huella prehistórica de los dinosaurios o la truculenta vida de los siete Infantes de Lara forman parte de la intensa historia del pueblo burgalés de Salas de los Infantes.
Al este de la provincia castellana de Burgos, a 55 kilómetros de la capital burgalesa, se halla un pueblo con mucha, mucha historia, y por el que pasaron El Bueno, el Feo y el Malo. Nos referimos a la famosa película wersten de Clint Eastwood, que se rodó en los rocosos parajes que rodean la milenaria villa de Salas de los Infantes.
Por aquí dejaron su huella los dinosaurios, y fueron decapitados los hijos del fundador del municipio, los Siete Infantes de Lara. Situada a orillas de río Arlanza, ejerce como capital comarcal de la Sierra de la Demanda, y puede presumir de un sugerente entorno natural. Nos vamos a Salas de los Infantes siguiendo la huella de los dinosaurios.
Qué ver en Salas de los Infantes
El paso de los siglos le ha sentado bien a Salas de los Infantes, conservando algunos lugares de interés histórico que podrán disfrutar sus visitantes. Es el caso de la Iglesia de Santa María, edificada entre los siglos XV y XVI, en cuyo interior, y dentro un arca, se hallan los restos de los desafortunados Infantes de Lara.
El recorrido histórico monumental pasa también por la Iglesia de Santa Cecilia, la Ermita de San Roque, la Ermita de San Isidro, el Eremitorio altomedieval de Peña Rota, la Fuente de la Loma o el antiguo rollo de justicia de origen medieval, situado en el patio de la Iglesia de Santa María. El centro neurálgico de la villa es la Plaza Mayor, y el lugar de más interés es, sin duda, el yacimiento icnológico de Costalomo, donde se pueden ver sobre las rocas las huellas de los dinosaurios.
No es de extrañar que Salas de los Infantes cuente con el Museo Arqueológico y Paleontológico, más conocido como el Museo de los Dinosaurios, que lleva en marcha más de 30 años. En sus dos salas podremos ver fósiles y restos de dinosaurios, peces, cocodrilos y hasta de vegetales. Una visita de lo más entretenida tanto para mayores como para pequeños.
Qué hacer en Salas de los Infantes
Los alrededores de Salas de los Infantes dan mucho juego, contando con sugerentes rutas para realizar tanto a pie como en bicicleta. Entre otras, la Ruta de El Bueno, el Feo y el Malo, la Ruta del Convento de Alveinte, la Ruta de Escipión, la Ruta de Las Calderas, la Ruta en Bicicleta Salas-La Revilla-Contreras-Carazo-Hacinas-Salas o la Ruta en Bicicleta Salas-Hacinas-Cabezón-Moncalvillo-Castrillo-Salas.
Llegada la hora de comer, podremos disfrutar de la contundente cocina castellana, y de especialidades como el lechazo asado al horno de leña o la chuleta de ternera. En este pueblo se sigue realizando la matanza del cerdo, obteniendo ricos jamones, lomos, cecinas chorizos y la popular morcilla de harina, uno de los productos típicos junto al queso de oveja que se elabora en la localidad. También se dan excelentes setas en la zona, como níscalos, boletus o setas de cardo, celebrándose una reconocidas Jornadas Micológicas en el mes de noviembre.
En cuanto al calendario festivo, hay que marcar de forma especial la fecha del 14 al 17 de agosto, cuando se celebran las Fiestas Patronales de Nuestra Señora y San Roque. Comienza con el popular lanzamiento del “Chupinazo”, y las calles acogen a las bulliciosas peñas y a las charangas. No falta un desfile de carrozas y de peñas, una gala poético-musical, verbenas o fuegos artificiales.