El sorprendente paisaje del Parque Natural Sabinares de Arlanza – La Yecla
Los recursos naturales de esta zona sorprenden a todo aquel que la visita con una vegetación y fauna, así como una geomorfología muy características de este lugar.
El desfiladero La Yecla y los Sabinares de Arlanza configuran uno de los parajes más atrayentes de la provincia de Burgos. Situado en la vertiente suroeste de la Sierra de la Demanda se encuentra, además, muy cercano al parque natural del Cañón del Río Lobos. Con más de 39.000 hectáreas, este Parque Natural abarca el desfiladero que le da nombre, el Valle medio del río Arlanza, las Peñas de Cervera, el Cañón de Mataviejas, la Meseta de Carazo, el Monte Gayubar y la Sierra de las Mamblas.
El verde de uno de los más extensos y mejor conservados sabinares del planeta, algunos de los cuales cuentan con más de dos mil años de antigüedad, contrastan con grandes cortados calizos que constituyen el hábitat de una de las mayores colonias de buitre leonado de España.
Relieve y fauna del parque natural
El paraje de La Yecla es una profunda y estrecha garganta excavada en los bancos de calizas que caracterizan las Peñas de Cervera. Durante millones de años, los ríos han ido horadando un tajo natural profundo y estrecho que hoy conocemos como Desfiladero de La Yecla. Puentes y pasarelas colgantes permiten recorrer unos 600 metros de este estrecho desfiladero descubriendo pozas y cascadas y disfrutar de este rincón de impresionante belleza.
El relieve rocoso de la zona, con unos grandes cortados calizos prácticamente inaccesibles, ha hecho posible el desarrollo de una abundante y variada población de aves rapaces, destacando las más de 100 parejas de buitre leonado. De hecho, más de 26.000 hectáreas de la superficie del Parque Natural está dentro de lo que se considera ZEPA (zona de especial protección para las aves). Así, se pueden observar águilas calzadas, culebreras, halcones peregrinos, gavilanes, algún buitre negro e incluso águilas reales.
En cuanto a mamíferos, es probable toparse con corzos en las zonas más cercanas a los campos de cultivo. En los montes por donde transcurren las distintas rutas que se pueden realizar por el parque habitan jabalíes, ginetas, gatos monteses, nutrias en los cursos de agua y, de forma más escasa, lobos.
Flora, rutas y mucho más del parque natural
Haciendo honor a su nombre, la principal especie con la que cuenta este parque natural es la sabina. Aunque puede alcanzar los 20 metros de altura, lo normal es que apenas sobrepase los 8. Su corteza es gris ceniciento y su porte piramidal. Sus ramas están formadas por hojas en forma de escama de un verde muy intenso. Considerando que el sabinar que se encuentra en este parque es uno de los más vastos y mejor preservados de nuestro planeta, una visita a este lugar resulta imprescindible.
También encontramos bosques de encinas y robledales de quejigo acompañados de enebro, tomillo, lavándulas y gayuba. En las numerosas rutas que podemos realizar por el parque podemos encontrar alisos, avellanos y algún ejemplar de tejo. Además encontraremos distintos pinares de varias especies de pino.
Poder recorrer el parque es posible gracias a las numerosas rutas que ofrece. Destacamos dos por su facilidad. Desfiladero de Mataviejas es una ruta de 6 kilómetros entre ida y vuelta ideal para toda la familia. Sale desde Ura, llega a Castroceniza y recorre la garganta rocosa del río Mataviejas. La ruta BTT El Destierro coincide con una etapa del Camino del Cid. Saliendo de Santo Domingo de Silos se recorren 61 km hasta llegar a Langa de Duero. Al margen de las rutas, no debemos olvidar que estamos en la zona donde se gestó la primitiva Castilla, que el río Arlanza es el río mitológico donde se reflejaron los rostros de los fundadores de la misma, que tenemos muy cerca la villa medieval de Covarrubias y las ruinas del Monasterio de San Pedro de Arlanza o el claustro románico de Santo Domingo de Silos. Joyas patrimoniales que bien merecen una visita.
