Guía de Miranda de Ebro

Situada al norte de Burgos, pero lindando con la provincia vasca de Álava, Miranda de Ebro cuenta con una personalidad marcada por su ubicación castellano-leonesa y por la proximidad del País Vasco. Se trata de la segunda población burgalesa más importante de la provincia, por detrás de la capital, y cuenta con un alto perfil industrial y con todo tipo de infraestructuras.

Pero la ciudad de Burgos queda lejos, a 85 kilómetros, y mucho más cerca quedan localidades vascas como Vitoria, a 40 kilómetros, o riojanas, como Briones, que se encuentra a sólo 27 kilómetros. Pero no hace falta moverse de Miranda de Ebro, porque descubriremos que cuenta con una magnífica oferta cultural, monumental, gastronómica y paisajística, teniendo muy cerca parajes naturales tan espectaculares como los Montes Obarenes, un auténtico paraíso para los aficionados a la naturaleza.

A la hora de hacer la maleta, debes saber que esta zona castellano-leonesa es fría en invierno, contando con temperaturas mínimas medias anuales que oscilan entre los 3 y los 6 grados centígrados. En cuanto a la temporada veraniega, suele ser bastante suave, con máximas medias que varían entre los 18 y los 22 grados. Ya sabes, apunta para tu próxima escapada el nombre de Miranda de Ebro, una ciudad cosmopolita y muy animada, con una buena oferta de alojamiento, restauración, ocio y comercio.

Qué ver en Miranda de Ebro

• Restos del castillo: en Miranda de Ebro hubo una fortaleza medieval, de la que tan sólo se conservan algunas murallas visibles que han sido restauradas, y que en la actualidad constituyen un autentico mirador panorámico sobre la ciudad.
• Iglesia del Espíritu Santo: construida en el siglo XI, está considerado como el templo más antiguo de cuantos existen en Miranda. Situado en la calle Real Allende, la iglesia resultó muy dañada por un incendio durante la Guerra Civil Española, por lo que permaneció cerrada al culto hasta el año 1972, que fue cuando se procedió a su rehabilitación.
• Iglesia de Santa María: edificada en el siglo XVI, está dedicada a la Patrona de Miranda de Ebro, la Virgen de Altamira. Esta ubicada en pleno Casco Antiguo, justo en el mismo lugar que anteriormente ocupaba el Hospital del Chantre. En su interior se conserva el cuerpo momificado de Pascual Martínez, Chantre de Calahorra, que fue protagonista de un tétrico episodio local. Cuentan que murió en 1352 frente a la actual Iglesia del Espíritu Santo por culpa de un saco de arena que presuntamente fue lanzado desde un tejado por su hermano Santiago, que envidiaba la bondad de Pascual.
• Iglesia de los Sagrados Corazones: construida en la segunda mitad del siglo XVI y a lo largo del XVII, pertenece al antiguo antiguo Convento de San Francisco. Realizada según los estilos renacentista y barroco, tiene una planta de una sola nave que está dividida en cinco tramos, y que cuenta con una cabecera ovalada y grandes capillas entre los contrafuertes.
• Casa de las Cadenas: edificada durante las últimas dos décadas del siglo XVI, su nombre procede de las cadenas de hierro que cuelgan sobre su acceso, las cuales fueron concedidas por el rey Fernando VII en 1828 como recuerdo tras alojarse en el edificio.
• Casa de los Urbina: es una de las mejores muestras de las mansiones palaciegas que fueron construidas por los hidalgos mirandeses a lo largo del siglo XVI. En ella han estado hospedados personajes como Margarita de Saboya, virreina de Portugal, que falleció en ella, o el rey Felipe IV en 1660.
• Puente de Carlos III: construido en el año 1777, comunica la parte antigua de la ciudad, el Barrio de Aquende, con la nueva, el Barrio de Allende. Este puente se edificó para sustituir al anterior Puente Medieval del siglo XII, que quedó prácticamente destrozado durante la riada de junio de 1775.
• Casa Consistorial: edificada en la Plaza de España, es del año 1788. Está hecha en piedra de sillería, y posee dos cuerpos. El inferior dispone de un pórtico de tres amplias arquerías, y el segundo tiene siete vanos rematados por frontones semicirculares y triangulares, luciendo el central el escudo de la ciudad.
• Otros lugares que visitar en Miranda de Ebro: la Estación de Ferrocarril, construida en 1862; el Convento de las RR.MM. Agustinas Recoletas, cuya edificación corrió a cargo de la familia Troconiz en 1911; la antigua Iglesia de San Juan, que lleva en ruinas desde el año 1875; el Yacimiento Arqueológico de Arce-Mirapérez o la Necrópolis Tardorromana de Cabriaza.

Rutas de senderismo en Miranda de Ebro

• Ruta Agua y Roca. Del Ebro a los Obarenes (GR 291): creada por Adeco Bureba, esta ruta cuenta con un recorrido de aproximadamente sesenta kilómetros, uniendo los Montes Obarenes con el río Ebro. A lo largo del trayecto pasa por Pancorbo, Encío, Moriana, Ayuelas, Santa Gadea del Cid, Bozoo, Portilla, Villanueva Soportilla, Guinicio, Montañana, Suzana, Orón, Valverde de Miranda, Bugedo y Ameyugo. La ruta discurre por pistas forestales, caminos y sendas, atravesando una gran variedad de paisajes y de hábitats naturales.
• Camino de Santiago / Vía de Bayona: este tramo del Camino Francés de Santiago atraviesa la localidad de Miranda de Ebro por la Vía de Bayona. Esta ruta jacobea llega desde Francia y entra en España por Irún, para después continuar por Andoain, Tolosa, Beasain, Zalduendo de Álava, Vitoria, La Puebla de Arganzón, Estavillo, Armiñón, Lacorzana, Miranda de Ebro, Pancorbo, Briviesca, Monasterio de Rodilla y Burgos, donde se incorporá al Camino Francés hacia la ciudad de Santiago de Compostela.
• Camino Natural del Ebro: desde su nacimiento en la localidad cántabra de Fontibre hasta su desembocadura en Tarragona, el río Ebro crea profundos desfiladeros, bordea grandes montañas y origina meandros e islas, rodeándose siempre de un precioso paisaje. Y por supuesto atraviesa pueblos y ciudades, como Miranda de Ebro. Todo ello se puede recorrer a través del sendero GR-99, que cuenta con 42 etapas y más de 1.200 kilómetros de recorrido.
• Monte de Miranda: este monte mirandés se puede recorrer a través de ocho preciosos itinerarios. Se puede elegir entre la Senda de Los Miradores, de 5,7 kilómetros de ida y otros tantos de vuelta; la Senda de Los Ladrones - La Alpargata, que recorre seis kilómetros ida y vuelta; la Senda de Camposverdes, con un recorrido de 4,6 kilómetros de ida y otros tantos de vuelta; la Senda de Los Tejos, de solo dos kilómetros ida y vuelta; la Senda de La Ferrera, que haremos en un kilómetro, ida y vuelta; las Sendas Botánicas, una de 2,9 y otra de 3,4 kilómetros, sólo ida, y la Senda de las Cárcavas, de casi 10 kilómetros ida y vuelta.
• Red de Senderos “Miranda Natural”: el Ayuntamiento de Miranda de Ebro ha creado una red de senderos guiados para facilitar el descubrimiento de su entorno natural a cuantos les visitan. Se pueden consultar en este enlace.

El arte de comer en Miranda de Ebro

Comer en Miranda de Ebro tiene el gran atractivo de que podremos disfrutar de una cocina tradicional en la que confluyen la gastronomía castellana, la riojana y la vasca. Esta fusión da como resultado una ecléctica variedad de recetas. Pero lo que sí es 100% burgalés son las morcillas de arroz que elaboran en la ciudad, y que cuentan con una variedad propia, la conocida como "delgadilla".

Los platos más típicos se elaboran con productos de la zona, como excelentes carnes castellanas, magníficos y frescos pescados que llegan directamente de la costa vasca y hongos y setas recolectados en los alrededores. Y para los que disfrutan con el aperitivo, Miranda en un gran destino para tapear, ya que en sus bares siempre encontraremos deliciosos pinchos, eso sí, de pago. Pero si eres de los que le va más lo dulce, no te pierdas un dulce local llamado goshúa, el cual preparan con nata, crema y caramelo.

Como valor añadido, la cercanía a la zona con D.O. Rioja ha hecho que los vinos de Miranda tengan muy buena fama. De hecho hay una bodega que ostenta esta denominación de origen, siendo la única de toda Castilla y León. Y como curiosidad, si te dejas caer por esta localidad burgalesa durante Semana Santa, no debes dejar de beber el zurracapote, una bebida elaborada con vino tinto y frutas.

Miranda de Ebro en fiestas

• Festividad de San Antón: la primera de las fiestas que se celebra en Miranda es la de San Antón, en torno al 17 de enero. Organizada por la Cofradía de San Antón Abad, es una de las festividades más antiguas de cuantas se celebran en la ciudad, y se festeja con una procesión en torno a la Ermita de San Antón, que fue construida hacia finales del siglo XII en el término de La Nave.
• Carnaval de Miranda de Ebro: celebrada en el mes de febrero o a primero de marzo, esta festividad ha ido recobrando fuerza en Miranda de Ebro tras la llegada de la democracia, y cada año son más los mirandeses que participan en ella. No faltan las charangas, las batucadas, las fanfarrias, los desfiles y concursos de disfraces...
• Semana Santa: los principales actos religiosos de esta celebración tienen lugar durante el Jueves Santo y el Viernes Santo. Entre las procesiones más señaladas están aquellas en las que desfilan los Pasos que se conservan en el interior de la Iglesia de Santa María de Altamira, como el Cristo Yacente, La Soledad, el Cristo atado a la Columna, el Crucificado o el paso de la Oración del Huerto. Son todas imágenes de una gran calidad artística, y fueron realizadas entre finales del siglo XVI y el siglo XVIII. También llaman la atención en las procesiones la magnífica colección de faroles totalmente restaurados.
• Fiestas de San Juan del Monte: declaradas Fiestas de Interés Turístico Nacional, tienen lugar durante el fin de semana y el lunes siguiente al Domingo de Pentecostés. Es un evento que se remonta a la Edad Media, y en el que actualmente participan miles de personas. Durante estos tres días las charangas y cuadrillas recorren y animan las calles, y son muchos los actos ya actividades que tienen lugar. El acto más importante se celebra el lunes, cuando tiene lugar la subida al paraje de La Laguna, donde se halla la ermita dedicada al Santo. Miles de foráneos y forasteros participan en esta marcha. Otros actos de la programación sanjuanera son el "Festival de la Canción del Blusa", la “Resurrección del Bombo de las aguas del río Ebro”, que tiene una versión infantil, y el Desfile del Blusa.
• Fiestas Patronales en honor de la Virgen de Altamira: en torno al 12 de septiembre, y durante cinco días, los mirandeses celebran su Fiesta Mayor en honor a la patrona de la ciudad. Son jornadas llenas de alegría y diversión que incluyen desde actos religiosos a verbenas, pasando por actuaciones musicales, representaciones teatrales, competiciones deportivas, degustaciones gastronómicas… También tiene lugar el Desfile de Carrozas, organizado por los grupos carroceros de la ciudad, los cuales compiten en torno a la originalidad de su diseño.