Pancorbo, en el Parque de los Montes Obarenes

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Situado entre montañas, al noreste de la provincia de Burgos, Pancorbo es un pequeño pueblo ubicado dentro del precioso Parque Natural de los Montes Obarenes. Se encuentra a tan sólo 17 kilómetros de la localidad burgalesa de Miranda de Ebro, y linda con La Rioja.

Sus habitantes viven, principalmente, de la agricultura y del turismo rural, ya que tanto la población como sus alrededores son ideales para este tipo de turismo. El pueblo recibe su nombre del desfiladero en el que se encuentra, el cual fue originado por el río Oroncillo. La localidad se halla a 634 metros de altura.

El pueblo es una buena muestra de la arquitectura tradicional de la zona, con casas con entramado de madera, y cuenta con iglesias, ermitas y fuentes que visitar, además de los restos de dos castillos y de sus murallas. Es un auténtico placer recorrer sus estrechas callejuelas de aire medieval, aunque algunas de ellas pueden resultar algo empinadas.

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Dos castillos para Pancorbo

A pesar de ser una localidad de sólo 58 kilómetros cuadrados y de casi 500 habitantes, Pancorbo puede presumir de tener no sólo un castillo, sino dos. Por un lado está el Castillo de Santa Marta, que fue construido por el conde Diego Porcelos en el siglo IX, y al que se le llama popularmente La Sala. Por otro lado cuentan con la Fortaleza de Santa Engracia, edificada en el siglo XVIII y conocida como “las cuevas de los moros”.

Otros monumentos reseñables de la población son la Iglesia de Santiago, un edificio gótico del siglo XVI, o la Parroquia de San Nicolás, una iglesia tardo-barroca construida en 1714.

Para los que prefieren perderse por la naturaleza, están buen lugar, porque el entorno está integrado por los Montes Obarenes, un maravilloso paraje con profusión de cañones y desfiladeros, y donde predominan los bosques de robles, encinas, hayas, acebos y madroños.

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Cocina de origen vasco

En el municipio burgalés de Pancorbo la gastronomía tiene un marcado sabor vasco. En sus platos son habituales productos como el bacalao, el bonito o las anchoas. Aún así, se mantiene la influencia de la cocina castellana, presente en recetas como los asados.

En el pueblo sigue viva la tradición de la matanza, de la que obtienen morcillas, chorizos, chuletones o chuletillas. Al ser un pueblo de carácter agrícola, los productos de la huerta también tienen su protagonismo, y están presentes en platos como las patatas con chorizo o la menestra.

Pancorbo es un magnífico destino para todos aquellos que prefieran la tranquilidad y el contacto con la naturaleza, y no le falta una buena oferta cultural, monumental y gastronómica.