Medina de Pomar, una histórica villa de Burgos
La zona interior de la Península Ibérica nos reserva gratas sorpresas, como Las Merindades de Burgos, donde encontraremos encantadores pueblos como Medina de Pomar. Cuenta con una buena oferta de patrimonio monumental, gastronomía, tradiciones y ocio.
Las Merindades, al norte de la provincia de Burgos, en Castilla y León, son un prodigio de la naturaleza. Las poblaciones de esta zona burgalesa se remontan a la Edad Media, y conservan gran parte de su patrimonio monumental. Medina de Pomar es una buena muestra de ello, contando con una buena oferta de patrimonio monumental, gastronomía, tradiciones y ocio.
Se trata del municipio más grande y poblado de comarca de Las Merindades, y se halla 85 kilómetros de la ciudad de Burgos, siendo una de las ciudades por las que pasa la Ruta de Carlos V. Su casco histórico, de trazado medieval, está considerado Bien de Interés Cultural, y en él abundan las antiguas iglesias y palacios.
Su clima de tipo atlántico proporciona a la villa unos veranos suaves y cortos, mientras que los inviernos son largos y fríos. La temperatura media anual es de 11 grados centígrados, siendo en agosto, el mes más cálido, de 18 grados, y de 5 grados en enero, el más frío del año.
Visitas monumentales en Medina de Pomar
El paso de los siglos ha dejado un gran patrimonio histórico-monumental en Medina de Pomar. sin duda su edificio histórico más prominente es el Castillo de los Velasco, también conocido como Alcázar de los Condestables de Castilla, que se remonta al siglo XIV.
Pero son los edificios religiosos los más abundante en esta villa burgalesa, como el Monasterio de Santa Clara, en cuyo interior se halla el panteón familiar de los Fernández de Velasco y el Museo de los Condestables de Castilla; la Ermita de Nuestra Señora del Salcinar y del Rosario, donde se encuentra la Virgen del Rosario, patrona de la ciudad; la Iglesia Parroquial de Santa Cruz, que comenzó a construirse en el siglo XIII; la Ermita de San Millán, el edificio más antiguo de los que se conservan en la ciudad, ya que se remonta a finales del siglo XII, o el Convento de San Pedro, en el que siguen en pie la iglesia consagrada a San Pedro de la Misericordia, las antiguas escuelas y algunas viviendas.
En cuanto a obra civil, no podemos perdernos el Arco de la Cadena y el Arco de la Juderías, que son dos de las puertas originales que daban acceso a la ciudad amurallada; la Casa de los Salinas, del siglo XIII o el Hospital de la Vera Cruz.
Comer y pasear por Medina de Pomar
La cocina tradicional de Medina de Pomar está muy influenciada por la riqueza de las huertas de la zona, en las que se cosechan excelentes lechugas, y por las carnes locales, que cuentan con marca de garantía Las Merindades. En esta comarca se elaboran unas ricas morcillas de Burgos.
Los platos típicos varían según la época del año. En primavera podremos comer revuelto de perrechicos, que son unas setas; en Semana Santa, caracoles en salsa de setas, y el Domingo de Pascua es tradicional merendar la rosca, un rosco de pan que se rellena de rodajas de chorizo, panceta, beicon, huevo y otros ingredientes al gusto. Y para los más golosos, recomendamos las pastas y los hojaldres.
En el mismo municipio hay varias zonas verdes, como La Chopera y Villalobos, por las que se puede pasear, circular en bicicleta, darse un baño o disfrutar de un pic-nic. Y desde Medina de Pomar parte una red de rutas senderistas que permiten disfrutar de los bosques y los espacios naturales de Las Merindades.