Oña, un pueblo con solera en Burgos
Historia, cultura, tradición, naturaleza y gastronomía. Si buscas cualquiera de estos tres ítems los encontrarás en Oña, un pueblecito con mucho encanto en la provincia de Burgos.
La población de Oña pertenece a la provincia de Burgos y se encuentra dentro en la conocida Mancomunidad Raíces de Castilla, junto con Poza de la Sal y Frías. Su vinculación con los reyes castellanos, propició la creación de uno de los monasterios más importantes de la península ibérica, el Monasterio de San Salvador.
Además de su gran riqueza histórica, cultural y natural, Oña es un lugar de buen comer, pues se basa en una cocina sencilla y contundente. Su plato estrella es el tradicional cordero asado, aunque no puede faltar la popular morcilla de Burgos ni el queso fresco de Burgos, que suele ir acompañado de miel y nueces. Conoce este fantástico lugar lleno de encanto.
Historia de Oña
Oña tiene su origen en la época romana, con una significativa colonia agrícola en esta zona, aunque fue durante la Edad Media cuando empezó a adquirir mayor importancia histórica. A finales del siglo X, de la mano de Fernán González, conde de Castilla, se obtuvieron los primeros privilegios y fue su nieto, Sancho García, en el siglo XI, el fundador del Monasterio de San Salvador de Oña, una de las construcciones religiosas más importantes de toda la península ibérica. En este monasterio, se alojaron reyes y nobles cuando estaban de paso o de visita, y su archivo y biblioteca fueron de los más destacados de la época.
Fue un lugar estratégico por su geografía, ya que estaba en el linde entre Castilla y Navarra, pero también fue este el motivo de continuos enfrentamientos. La ciudad fue amurallada para defenderse de los distintos ataques que sufrió en el siglo XIII y, con el paso de los siglos, fue perdiendo poco a poco tanto su importancia política como la económica. Sin embargo, la notoriedad cultural y religiosa continuó gracias al Monasterio de San Salvador. Aunque en el siglo XIX se vio envuelta en la Guerra de la Independencia y en las Guerras Carlistas, Oña logró conservar su patrimonio, lo que la convierte hoy en día un referente turístico cultural, histórico y arquitectónico.
A lo largo de la historia, y manteniéndose hasta nuestros días, Oña celebra varias fiestas importantes. Están las fiestas de San Vitores, a finales de agosto, muy popular con pasacalles, mercados y verbenas; y la de Santa Paulina, que se celebra el 21 de octubre y es mucho más solemne. Se festeja también el Día de San Íñigo Abad el 1 de junio, por ser el monje que promovió la reforma benedictina del Monasterio de San Salvador, y la fiesta de San Juan, con las hogueras típicas, la noche del 23 de junio. Por último, a mediados de agosto se celebra “El Cronicón de Oña”, una representación teatral que cuenta la historia de la fundación del Monasterio de San Salvador, declara en el año 2008 Fiesta de Interés Turístico Regional.
Qué ver en Oña
El monumento más destacado de Oña es el monasterio de San Salvador, fundad en el año 1011 por el conde Sancho García. El monasterio ha atesorado hasta la actualidad un legado artístico inmejorable, motivo por el que en el 2012 albergó la exposición “Las Edades del Hombre”, bajo el nombre de “Monacatus”. Está abierto al público para visitar su iglesia monacal, la sala capitular románica y el claustro gótico flamígero. Destacan algunas obras de arte únicas, como los sepulcros de la capilla mayor, o las piezas textiles de los siglos X y XII.
Otra construcción religiosa importante es la iglesia de San Juan Bautista, construida entre los siglos XII y XVI. Junto a ella está la torre de San Juan, que alberga actualmente el Museo de la Resina, en el que se expone la importancia de este oficio, además de contar en la última planta con un mirador desde el que ver toda la villa. Otros puntos importantes son la antigua judería medieval, el antiguo hospital de beneficencia de Santa Catalina, la zona del lavadero y el abrevadero, las casas blasonadas en las calles del Pan y del Agua y el Centro de Interpretación del Medievo, en la calle Barruso.
El entorno natural de Oña es también destacable, pues se encuentra incluido en el Parque Natural Montes Obarenes-San Zadornil. Con la declaración de este parque natural en 2006, se construyó la Casa del Parque en Oña, un centro con maquetas, recursos audiovisuales y demás elementos a través de los cuales conocer este lugar. Además, al estar ubicado en la antigua vaquería del monasterio, es el comienzo de varias rutas por el parque.
