Quintana Martín Galíndez, un destino ideal para descubrir el burgalés Valle de Tobalina
La comarca de las Merindades, en Burgos, acoge infinidad de pueblos, paisajes y muchas más sorpresas, y podremos descubrirlas todas desde la localidad de Quintana Martín Galíndez.
Capital del Valle de Tobalina, en Burgos, el pueblo de Quintana Martín Galíndez se encuentra en el mismo corazón de este valle de la Comunidad de Castilla y León. Y más exactamente se encuentra en la margen izquierda del Ebro, al norte de un pronunciado meandro, y en la llamada comarca de las Merindades. Y para que emplazes mejor la situación de esta población, se encuentra a 50 kilómetros de la animada localidad de Briviesca, en la Comarca de Bureba, y a 85 kilómetros de la ciudad de Burgos.
Por el medio del pueblo pasa la carretera comarcal BU-530, de la que parten otras muchas carreteras locales que nos llevarán a descubrir todos los atractivos del Valle de Tobalina. El casco urbano se aglutina a ambos lados de esa misma carretera, localizándose el núcleo antiguo junto a la plaza y en torno a la iglesia, en la zona más elevada del pueblo.
Desde tiempos antiguos, ha sido una localidad de gran relevancia, destacando por su activo sector de servicios y su papel como centro administrativo del valle. A lo largo de la segunda mitad del siglo XX, experimentó un notable crecimiento en su área urbana.
Qué ver y hacer en Quintana Martín Galíndez
Debido a su relevancia y desarrollo, el casco urbano está compuesto principalmente por edificaciones modernas, en su mayoría de gran altura, construidas con ladrillo y hormigón. Entre estas estructuras contemporáneas, aún sobreviven algunas casonas del siglo XIX, cuyas fachadas, en algunos casos encaladas o restauradas, aportan un toque histórico al entorno.
Cerca de la iglesia se encuentran algunos de los edificios de mayor antigüedad, como la Torre de los Salazar y la antigua casa rectoral, que está bastante deteriorada. Muy cerca se erige una construcción de mampostería y sillería de arenisca, cuyo aspecto nos remite a una antigua torre que ha sido restaurada de manera muy acertada. La iglesia, dedicada a santo Tomás Apóstol, es un templo de dos naves con arcos apuntados, y alberga el escudo de la familia Salazar.
La torre de los García Salazar es una de las pocas estructuras que permanecen en pie desde los conflictos entre los Salazar y los Velasco. Está formada por una robusta torre y un palacete adosado de mampostería, que se encuentra en buen estado de conservación en su interior. Se cree que su origen data del siglo XV. El entorno natural de la localidad está dominado por campos de cereal, con arboledas que se desarrollan a lo largo de los arroyos, así como áreas de matorral y bosques de encina y quejigo.
Lugares imprescindibles en el Valle de Tobalina
Desde Quintana Martín Galíndez podremos hacer excursiones a algunos de los lugares más emblemáticos del Valle de Tobalina. Ahí os dejamos algunas sugerencias:
- Herrán y el Desfiladero del río Purón: uno de los pueblos más bonitos y antiguos de la zona, con un entorno natural privilegiado, en el que destaca Desfiladero del río Purón, que comunica el Valle de Tobalina con el País Vasco.
- Las localidades de Frías y Tobera: Frías es un encantador pueblo medieval que parece sacado de un cuento, con su majestuoso castillo dominando el paisaje, las pintorescas casas colgantes y un puente medieval que deja sin aliento. Además, no puede faltar la ruta perfecta entre ermitas y cascadas que ofrece la pequeña pero fascinante localidad de Tobera.
- La Cascada del Peñón: el río Jerea se desploma cerca del pueblo de Pedrosa de Tobalina desde una imponente formación rocosa de aproximadamente 12 metros de altura, formando la preciosa Cascada del Peñón. En su caída, las aguas cristalinas de tono esmeralda crean una magnífica piscina natural que invita a la contemplación y al disfrute.
- Embalse y Desfiladero de Sobrón: Las tranquilas aguas embalsadas del río Sobrón discurren con una serenidad sorprendente en esta área, especialmente cerca del Embarcadero del Valle de Tobalina. Además de disfrutar de los impresionantes paisajes que rodean el lugar, es altamente recomendable aventurarse en la ruta conocida como las Hoces del Sobrón. Este recorrido circular de aproximadamente 15 kilómetros comienza en el pintoresco pueblo de Bozoó, ofreciendo una experiencia única para los amantes del senderismo y la naturaleza.