Una Semana Santa diferente en Aranda de Duero
La Semana Santa en Aranda de Duero nos sorprende con un acto muy particular, La Bajada del Ángel. Aprovechamos la estancia para disfrutar de la Ribera del Duero.
La comarca de Ribera del Duero en la provincia de Burgos nos lleva irremediablemente al enoturismo, pero Aranda de Duero, su capital, ofrece muchas otras posibilidades. Entre bodegas y patrimonio, la Semana Santa en Aranda es diferente.
Esta ciudad industrial y de negocios de 32.000 habitantes no solo es el punto de partida de las rutas de enotursimo dedicadas al vino con Denominación de Origen, también es un lugar con un marcado carácter medieval que además es sede del Sonorama, uno de los mejores festivales de música en nuestro país.
La particular Semana Santa en Aranda de Duero
La Semana Santa en Aranda de Duero es especial. Y llama la atención uno de sus actos religiosos que cada vez atrae más visitantes en esta época del año. Se trata de La Bajada del Ángel, que tiene lugar el Domingo de Resurrección.
¿Y qué tiene de particular este acto religioso? Todas las imágenes que han salido en procesión se reúnen frente a la Iglesia de Santa María y comienza la representación. Un niño caracterizado de ángel desciende de una altura de 15 metros dentro de una esfera blanca y azul.
Se trata de uno de los actos más singulares de la Semana Santa y está cargado de emotividad no solo porque simboliza la resurrección, sino por el ambiente de adoración que se genera bajo ese ángel.
Qué hacer en Aranda de Duero en Semana Santa
Como capital de la comarca, Aranda de Duero tiene atractivos turísticos de sobra para disfrutar además de las procesiones de Semana Santa. De interés especial es el Museo de las Bolas, que expone la colección pictórica del ingeniero Félix Cañada. Y si viajas con niños no te puedes perder el Museo de los Juegos Tradicionales.
Sin embargo, una visita a Aranda está ligada al enoturismo y para ello cuenta con un Centro de Interpretación de la Arquitectura del Vino y toda una red de bodegas subterráneas, algunas de ellas de época medieval.
Pero no hay que tomarse el vino con Denominación de Origen Ribera del Duero sin acompañamiento. Esto es Castilla y León, es la provincia de Burgos y no te puedes ir sin probar uno de los gloriosos lechazos al horno.