La histórica villa medieval de Maderuelo, un destino excelente en Segovia
Si a un magnífico conjunto histórico artístico, le sumas un entorno natural idílico te da como resultado esta hermosa villa, perfecta en cualquier época del año.
Situada en el norte de la provincia de Segovia, a una media hora en coche de Aranda de Duero o Burgo de Osma, está Maderuelo, una villa que forma parte del Parque Natural de las Hoces del Río Riaza. Se trata de una población que se alza sobre una gran colina rodeada por el embalse de Linares. Esta localidad es un pequeño tesoro de la provincia, no en vano su casco urbano está declarado Bien de Interés Cultural en la categoría de Conjunto Histórico.
Se trata de una población medieval de apenas 200 habitantes, considerada desde 2013 como uno de Los Pueblos Más Bonitos de España. Su riqueza histórica y patrimonial, al igual que su entorno natural, hacen que el viajero se traslade a una época sin prisas. Sus calles empedradas, sus casonas, sus iglesias, dejaran un recuerdo imborrable en todo aquel que la visita.
Historia y patrimonio de Maderuelo
Parece ser que Maderuelo fue un asentamiento musulmán fortificado y que durante la reconquista se trató de una zona disputada por ambos bandos. De hecho, en el siglo X fue repoblada por el conde castellano Fernán González y saqueada posteriormente por los ejércitos de Almanzor. En el año 1011 el conde Sancho García la conquistó definitivamente. De su gran importancia estratégica nos habla su castillo y el recinto amurallado, datado en el siglo XII.
De hecho, desde el castillo, con unas espectaculares vistas de los paisajes que rodean la villa, podemos iniciar el recorrido por esta localidad puramente medieval. Es ideal callejear por el casco histórico para llegar hasta las iglesias románicas de San Miguel y Santa María, dos edificaciones con simbología templaria o restos arquitectónicos de la época musulmana, entre otras características. Así, la iglesia de Santa María destaca por su tamaño y por los diversos estilos que conserva, tratándose del único templo segoviano con restos de estilo Califal. Tras sufrir un incendio en el siglo XVI, en sus muros encontramos remodelaciones y materiales que procedían de antiguos conventos e iglesias de la villa. La iglesia de San Miguel, por su parte, mantiene su cabecera románica y hoy es Centro Cultural.
A los apasionados de la arquitectura sacra les gustará visitar en los alrededores las ermitas de Castroboda y la de Vera Cruz. La primera de ellas, construida sobre un cerro vecino, data del siglo XVIII, es neoclásica y alberga la patrona de Maderuelo, la Virgen de Castroboda, patrona de la localidad. La ermita de Vera Cruz merece reseña aparte. Está situada junto al río Riaza y es uno de los trece templos en los que se custodiaban fragmentos del lignum crucis traídos por los templarios. Data del siglo XI y fue construida por los templarios, según cuenta la tradición. Los frescos originales de esta ermita han sido protagonistas de una larga historia. Hoy en día pueden verse en el Museo del Prado, donde se construyó un espacio en forma de capilla románica para conservar la disposición original de las escenas que fueron extraídas de la ermita con la técnica del “strappo”, despegando sólo la capa pictórica y trasladada a lienzo. Y es que la ermita de Vera Cruz estaba declarada como Monumento Nacional desde 1924, pero con la decisión de construir un pantano se optó por poner a salvo las pinturas. En 2011, se llevó a cabo un proyecto para poder reproducir en la ermita las pinturas murales expuestas en el Prado y, en la actualidad, podemos observar una reproducción de las mismas, realizada con tecnología muy cuidada.
Qué hacer en Maderuelo
Para los amantes de la naturaleza, las diversas rutas de senderismo que se encuentran en los alrededores de Maderuelo son una buena opción. El Parque Natural de las Hoces del río Riaza con gargantas de 150 metros de profundidad y anchura de hasta 300 metros permiten realizar un breve paseo y llevar un recuerdo inolvidable del paisaje que nos ofrecen sus cortados. Además, este Parque Natural es una de las mayores reservas de buitres de Europa. Aquí se inauguró en 1975, promovido por Félix Rodríguez de la Fuente, un Refugio de Aves Rapaces.
No podemos abandonar esta villa sin disfrutar de su conocida gastronomía. Sus mesones y restaurantes ofrecen cochinillo o cordero lechal como platos estrellas y ponche segoviano para terminar la comida que no dejará indiferente a los paladares más exigentes. Si realizamos la visita coincidiendo con el último domingo de septiembre, disfrutaremos, además, de sus fiestas patronales dedicadas a Nuestra Señora de Catroboda. Si acudimos el último fin de semana de agosto, disfrutaremos de la Fiesta Medieval que se celebra todos los años.
En cuanto a los alojamientos tampoco tendremos ningún problema, ya que dispone de una amplia oferta de alojamientos rurales, tanto en la propia villa como en los alrededores. Y es que en la época estival es muy visitada, siendo un lugar donde apetece permanecer para disfrutar de su calma y tranquilidad, de su historia y sus paisajes.
