Bodegas Medievales de Aranda de Duero, en Burgos
Bajo el suelo de la localidad burgalesa de Aranda de Duero existe una red de túneles de siete kilómetros de longitud que fueron excavados entre los siglos XII y XVIII, y que se vienen utilizando desde entonces como bodegas.
Situada a 96 kilómetros de la ciudad de Burgos, la localidad de Aranda de Duero basa una gran parte de su economía en los vinos con Denominación de Origen Ribera de Duero, siendo hoy en día el turismo enológico una gran fuente de ingresos.
Y uno de los principales recursos turísticos relacionados con el vino de esta villa burgalesa son sus bodegas subterráneas, que comenzaron a excavarse durante la Edad Media. En total son siete kilómetros de galerías que atraviesan el subsuelo rocoso de la localidad arandina.
Además de formar parte del patrimonio histórico de Aranda, son una de las atracciones favoritas de los aficionados al enoturismo, una forma de viajar que cada vez gana más adeptos, los cuales se encuentran encantados con estas bodegas que cuentan con más de ocho siglos de antigüedad.
Las bodegas subterráneas de Aranda
Declaradas Bien de Interés Cultural en 2015, las bodegas medievales o subterráneas de Aranda de Duero son un auténtico tesoro. Hoy en día en estos túneles situados bajo el casco antiguo del municipio, a una distancia de entre 9 y 12 metros del suelo, existen hasta 135 bodegas. Fueron creadas para su actual uso, ya que en la Edad Media ya se empleaban para elaborar y conservar vino. Se mantienen todo el año en un nivel constante de humedad, siendo la temperatura habitual de entre 11 y 13 grados centígrados.
Las bodegas subterráneas tienen numerosos accesos, la mayoría de ellos situado en el interior de las viviendas. Uno de los elementos comunes más importantes en todas ellas es la Zarcera, un orificio perforado desde la superficie hasta el techo de la bodega. Sirve para que el espacio esté aireado y mantenga una temperatura constante.
Con el fin de mantenerlas en buen estado, todos los años se realizan reparaciones en estas bodegas subterráneas burgalesas, aportándoles todo lo necesario no sólo para mejorar sus vinos, también para dinamizar su atractivo turístico. No todas las bodegas son visitables, pero algunas no sólo se pueden visitar, también nos reservan sorpresas como el Espacio museístico de la Bodega Las Ánimas, que actualmente acoge el Centro de Interpretación de la Arquitectura del Vino.
Visita a las Bodegas Medievales de Aranda de Duero
Las Bodegas de Aranda ofrecen una visita guiada y teatralizada a una Bodega Medieval subterránea situada a 13 metros del suelo. Es una forma diferente y amena de conocer esta antiquísima red de galerías y disfrutar de los excelente vinos de la Ribera del Duero.
Las visitas tienen lugar todos los sábados, a diferentes horarios, y tiene una duración de una hora, siendo el aforo limitado. Visitaremos la Bodega Histórica Don Carlos Siglo XV, y durante el recorrido un “personaje del siglo XVIII” nos irá guiando por esta ruta subterránea mientras nos cuenta un montón de datos y curiosidades.
El precio de la visita es de ocho euros, e incluye la visita guiada a la Bodega Medieval, una teatralización histórica y la degustación de un vino de Ribera. Se pueden hacer las reservas en la página web de las Bodegas de Aranda.