El Museo Picasso, en Barcelona
Picasso es una insignia cultural y este museo es, probablemente, el símbolo más evidente del lazo afectivo del artista con la ciudad que tanto quería: Barcelona.
El Museo Picasso se encuentra en pleno centro de Barcelona, en un palacete medieval de la calle Montcada, muy próximo a la iglesia de Santa Maria del Mar. Se trata de uno de los museos más visitados de la ciudad, no en vano expone la colección más completa de la etapa de formación y juventud de Picasso. Además, cuenta con exposiciones temporales que se encargan de adentrarse y dialogar en diferentes aspectos del artista.
Este espacio fue creado por deseo expreso de Pablo Picasso, y es la consecuencia de los esfuerzos y voluntades de su gran amigo Jaume Sabartés, de su esposa Jacqueline Picasso, de la sociedad barcelonesa, que tanto admiraba su figura, y del propio Ayuntamiento de Barcelona.
Pablo Picasso y Barcelona
Pablo Picasso tuvo un vínculo muy especial con Barcelona, y prueba de ello es este museo que alberga en su conjunto una colección permanente de más de 4.000 obras. Uno de los mayores reclamos del espacio es la serie de ‘Las Meninas’, de la época azul del artista malagueño. El museo ocupa cinco palacios, muestra de la arquitectura gótica civil catalana, y todos tienen una estructura común en torno a un patio central y una escalera noble que da acceso a la entrada.
La familia del pintor se trasladó a Barcelona cuando él solo contaba con 14 años. Pronto empezó a estudiar en la Escuela de Bellas Artes de la Llotja y a su carrera como pintor se desarrollaría también a los pocos años. Un punto de inflexión fue la inauguración del café ‘Els Quatre Gats’ (Los Cuatro Gatos), que fue todo un referente en la intelectualidad catalana del momento. Allí tuvo lugar su primera exposición, que consiguió celebrar en este lugar a cambio de pintar los menús del café.
El propio Pablo Picasso quiso que la ciudad de Barcelona acogiera, de forma permanente, un museo con su obra de juventud. Fue él mismo el que donó su serie ‘Las Meninas de Velázquez’ al museo, una de sus obras más reconocidas e importantes. El gran lazo que unía Barcelona y Picasso no acabó nunca, pues allí quedaron amigos, relaciones, dibujos, y una de los mejores museos sobre su obra.
El Museo Picasso, en Barcelona
Este museo fue inaugurado en el año 1963 y la colección que alberga es muy amplia en cuanto a los primeros años como artista del genio malagueño. Fue en 1960 cuando el propio Picasso, quiso proponer al Ayuntamiento de Barcelona la creación de un museo dedicado a su obra, con la ayuda de su amigo y secretario personal Jaume Sabartés. Son muchas las obras que se pueden contemplar, pero unas destacan más que otras.
‘Hombre con boina’ fue pintado en 1895, última etapa en la que la familia Ruiz Picasso residió en La Coruña. Podría decirse que desde 1983 su obra se volvió más segura, empieza a captar mejor la esencia y abandona el detallismo superfluo que puede verse en sus dibujos de Málaga. Este retrato, que pintó con tan solo 14 años, marca un antes y un después en su obra. ‘La espera (Margot)’ es otra de sus obras más populares. La pintó en París en 1901 y se trata del retrato de una mujer pintada con un trazo rápido y suelto, muy colorista, de pincelada gruesa y enérgica.
Y qué decir de ‘Las Meninas’, una interpretación personal de la obra de Velázquez. Aunque aparecen los mismo personajes que en la obra del sevillano Velázquez, se hace una plasmación estética diferente y varían algunos elementos de la composición. Todas estas piezas y muchas más, hasta más de 4.00 son las que pueden contemplarse al visitar el Museo Picasso en Barcelona, abierto de martes a domingo de 10 a 19 horas.
