La Siberia Extremeña, una región por descubrir
Naturaleza, patrimonio, grandes pantanos en los que bañarse y practicar deportes náuticos, y una gastronomía típica que quita el hipo. Todo esto es lo que reúne ‘La Siberia Extremeña’, una comarca de Badajoz por descubrir y que no deja de sorprender en cada visita.
La Siberia Extremeña es una comarca del interior de Extremadura y, sin lugar a dudas, llama la atención por este calificativo. ¿A qué se debe? Hay varias teorías, como la de que sus habitantes la llaman así por ser zona de destierro y aislamiento, o que fue el propio duque de Osuna quien le dio este nombre tras ejercer de embajador en Rusia. Sea como fuere, lo que está claro es que le va como anillo al dedo debido a su clima, a las temperaturas extremas que se producen allí, tanto en invierno como en verano. Por este motivo, la mejor época para visitar esta región es otoño o primavera.
Esta región fue declarada Reserva de la Biosfera de La Siberia, está integrada en la Red de Espacios Naturales Protegidos de Extremadura y en la red ecológica europea Red Natura 2000. La causa son todos sus hábitats y sus característicos paisajes, así como su flora y su fauna. Destaca por ser un lugar idóneo para el avistamiento de aves y, para los amantes del deporte, cuenta con la Red de Senderos de La Siberia, con rutas para realizar en coche, bici o a pie.
Lugares de interés en La Siberia Extremeña
Los municipios que componen La Siberia tienen un increíble legado patrimonial, arquitectónico, artístico y natural. Así pues, hay muchos enclaves, y muy variados, en este increíble lugar. La localidad de Castilblanco destaca por tener un pasado templario y, entre sus lugares de interés, podemos nombrar los barrios de Picocerro y Perchel, que todavía atesoran construcciones árabes, así como la iglesia de San Cristóbal, del siglo XV y estilo mudéjar, y las pinturas rupestres, castros y dolmen que todavía conserva.
De origen mucho más popular es Casas de Don Pedro, que se distingue por su conjunto urbano de casas solariegas y señoriales con rejerías y escudos nobiliarios de sus anteriores habitantes. Una vez allí, es de parada obligatoria la iglesia de San Pedro Apóstol, de finales del siglo XIV. Como curiosidad, en el muro sur se puede contemplar el escudo del Duque de Béjar y remata el conjunto, a sus pies, una torre mudéjar de mampostería. La Puebla de Alcocer cuenta con innumerables lugares de interés, pero su monumento más característico es su castillo, edificado sobre una antigua fortaleza templaria. Fue construido en el siglo XV por los Maestres de la Orden de Alcántara y, desde su Torre del Homenaje, se pueden contemplar unas vistas espectaculares. Además del castillo, cuenta también con el yacimiento romano de ‘Lacimurga Constantia Iulia’ en sus proximidades.
Son tantos y tantos sitios de los que hablar que resulta complicado resumirlo, pero para concluir nombramos a Puerto Peña, singular por su bonito entorno natural con playas artificiales y naturales, y sus restos de castros prerromanos. Si hay que elegir un conjunto patrimonial de entre todos, este sería el de Herrera del Duque, con un castillo de la época almohade, la iglesia de San Juan Bautista del siglo XV, un Convento Franciscano de San Jerónimo del siglo XVI y algunas casas solariegas. Entre esta población y Castilblanco está el Palacio de Cíjara, una fortificación de planta cuadrada con torres circulares en cada una de sus esquinas rematadas con almenas defensivas.
Tradiciones y gastronomía de La Siberia
Entre las tradiciones y festividades de La Siberia Extremeña siguen conviviendo las celebraciones religiosas y las paganas, enriqueciendo así de cultura popular su entorno natural y patrimonial. Entre las religiosas se pueden comentar las procesiones, el Corpus Christi o las romerías a las diferentes ermitas o iglesias. Además, hay otras fiestas, como las hogueras, carnavales o las populares ‘Fiesta de Enramás’ o ‘Fiesta del Tizne’.
Y de la cultura popular pasamos a la gastronómica, en la que predomina la carne, especialmente de caza, como el jabalí o el ciervo. Algunos de los platos estrella de la zona son el propio de Peloche, el escarapuche; de Talarrubias el salmorejo y de Villarta, el tasajo. Aunque hay otros platos típicos de toda la zona, como las sopas, los pistos, las calderetas o las migas.
Y cómo olvidar la repostería, con rosquillas, tortas, mantecados o candelillas. También hay varios bienes muy preciados en la región como la miel en Fuenlabrada de los Montes y el queso y el aceite de oliva de Castilblanco. Por último, los vinos de pitarra, la ‘Gloria’, mezcla de mosto y aguardiente, y el característico ‘Chapurrao’ de la Puebla de Alcocer, una composición a base de aguardiente, canela, azafrán, hierba luisa y azúcar.
