La Hija de Dios: un bonito pueblo de Ávila con una historia de lo más peculiar
Rodeado de un bonito entorno natural, el pueblo abulense de La Hija de Dios es un agradable y completo destino, ideal para una escapada.
Cuando se trata de creatividad, humor y originalidad, es difícil que algún país supere a España. Un buen ejemplo de ello son los curiosos nombres que tienen algunos de los pueblos de la geografía española. Puedes recorrer lugares como Guarromán, en Jaén; Correpoco, en Cantabria; Melón, en Ourense, o Cenicero, en La Rioja. Y esos son sólo una pequeña muestra.
Y como el talento español no parece conocer fronteras, ahí está el pueblo llamado La Hija de Dios, en la provincia de Ávila. Se encuentra a sólo media hora del pueblo de Piedrahita, un popular destino abulense, y a 28 kilómetros de la ciudad de Ávila.
Y un dato curioso. En el año 1981, en los alrededores de La Hija de Dios se rodaron algunas de las escenas del principio de la película "Conan el Bárbaro". Sigue leyendo y conocerás todo lo relacionado con este recomendable destino en Castilla y León.
La curiosa historia de La Hija de Dios
Situado en el pintoresco Valle Amblés, La Hija de Dios es una localidad de origen medieval que perteneció al desaparecido monasterio de San Clemente de Adaja. De acuerdo con el área de Turismo de la Diputación de Ávila, la primera mención documental del pueblo data del año 1250 bajo el nombre de Filia Dei. Por entonces, formaba parte del cabildo de Valle Amblés, un territorio organizado por la diócesis de Ávila.
Curiosamente, hasta hace aproximadamente 170 años, este lugar no existía como un pueblo independiente. Lo que había era un pequeño núcleo de unas 10 viviendas que formaban parte del antiguo barrio de Belmonte. Según el Diccionario Geográfico e Histórico de España y sus posesiones de ultramar, de Pascual Madoz, Belmonte contaba con 58 casas, una taberna, una casa consistorial y la Ermita de San Miguel, que todavía existe.
La leyenda popular cuenta que el origen del nombre del pueblo está vinculado a esa taberna. Se dice que un hombre apellidado “Dios” era el dueño del establecimiento y que, al fallecer, su hija heredó el negocio. Los viajeros y comerciantes que pasaban por la zona comenzaron a referirse al lugar como "donde la Hija de Dios", y con el tiempo, ese nombre quedó como el topónimo oficial del pueblo. Actualmente, La Hija de Dios tiene alrededor de 80 habitantes, según datos del Instituto Nacional de Estadística.
Naturaleza, rutas y astronomía en La Hija de Dios
Este encantador rincón de Ávila no sólo destaca por su singular historia, también por su belleza natural. El municipio ofrece varias rutas de senderismo, y algunos de ellos recorren la granítica Sierra de Paramera, un entorno natural de gran valor. En estas rutas, los visitantes pueden disfrutar de encinas centenarias, tierras cultivadas de manera tradicional y pequeñas aldeas que parecen suspendidas en el tiempo, evocando la vida rural de antaño. Además, se puede visitar la necrópolis de San Miguel, que consta de tres tumbas excavadas en la roca.
Al caer la noche, La Hija de Dios se convierte en un lugar privilegiado para la observación del cielo. De hecho, entre 2006 y 2016, el pueblo fue sede del Centro Astronómico de Ávila. Según los expertos del centro, "la astronomía en Ávila comenzó en La Hija de Dios, en un paisaje granítico donde convergen el Valle Amblés y el Puerto de Menga. Aquí se instaló el primer telescopio de aficionados, con el objetivo de descubrir supernovas y objetos lejanos en el universo”.
La Hija de Dios es, sin duda, un destino que combina historia, naturaleza y un toque de ingenio que lo hace único en España.