Escapada rural a La Adrada, en Ávila
A sólo una hora de Madrid, en pleno corazón del Valle del Tiétar, se encuentra el pueblo abulense de La Adrada, un completísimo destino rural.
La localidad de La Adrada nos espera en una preciosa zona de la provincia de Ávila, donde abundan los bosques de pinos, castaños, robles y encinas. Situada muy cerca de las gargantas de la Sierra de Gredos, es un destino perfecto para los amantes de la naturaleza.
Para los que buscan destinos con historia, y con antiguos monumentos, La Adrada también tiene mucho que ofrecerles, como su castillo. Y si eres de los que prefieren los destinos con valor gastronómico, estarás también en muy buen lugar.
Naturaleza, historia, aventura, tranquilidad, gastronomía y muchas sorpresas más nos esperan en La Adrada, en Ávila, una población incluida en la red de los Pueblos Mágicos de España.
Visita a La Adrada
Comenzamos nuestra visita a esta localidad abulense subiendo a lo más alto del cerro del Torrejón, donde se conserva un imponente castillo reconstruido cuyo origen fue la Edad Media. Desde su torre albarrana se puede contemplar, y fotografiar, esta preciosa zona de Ávila. Además, el castillo acoge el Centro de Interpretación Histórica del Valle del Tiétar.
El centro neurálgico del pueblo es la Plaza del Riñón, con sus árboles, su fuente y la estatua de La Niña de La Adrada. En esta plaza también se encuentra la Oficina de Turismo. Un buen ejemplo de arquitectura tradicional de la zona es la Casa del Tío Talís, sin duda la vivienda más fotografiada del pueblo por su encanto y belleza.
El recorrido por la localidad también debe incluir la Iglesia de El Salvador, la Ermita de la Virgen de la Yedra, los preciosos puentes de piedra sobre el río Tiétar y sobre un arroyo afluente del mismo, el Jardín Botánico Valle del Tiétar o los parques de la villa, como el de la Yedra, el Parque de Calistenia o el Parque Infantil Félix Rodríguez de la Fuente.
Qué hacer en La Adrada
El entorno natural de La Adrada, además de precioso, es una fuente continua de propuestas. La más habitual es el senderismo, que nos lleva a conocer parajes tan hermosos como el Nacimiento del Río Tiétar, situado a 11 kilómetros del núcleo urbano. Otros bonitos parajes son los del El Charco de la Hoya o el del Pino Aprisquillo.
El paseo por el campo siempre abre el apetito. Llegado el momento de comer, en La Adrada hay una buena oferta de restauración, y en ella predomina la cocina tradicional de la zona, que incluye recetas como las patatas revolconas, las judías con chorizo, la sopa castellana, el cochinillo o el famoso chuletón de “Ternera Avileña”. De esta zona es el exquisito queso artesanal Monte Enebro, y en el pueblo elaboran el queso de cabra de La Adrada, ricas morcillas de arroz y los dulces bollos de San Blas.
Y no hay que dejar de lado su calendario festivo, que incluye eventos como la festividad de San Blas, los días 3, 4 y 5 de febrero; la fiesta de La Virgen de La Yedra, patrona de La Adrada, que es el segundo domingo de septiembre; la Feria de los Santos, un referente a nivel regional que incluye muestra de ganado, exhibición de saltos a caballo, exhibición de corta de leña y una feria de artesanía en el recinto de La Cotá.