El serrano pueblo de Navaluenga, un gran destino en Ávila
Si buscas un lugar para desconectar, en plena naturaleza y con muchos atractivos turísticos, acércate a la localidad abulense de Navaluenga.
Al sur de la provincia de Ávila, junto a la Sierra de Gredos, y a sólo siete kilómetros de Burgohondo, se halla el pueblo de Navaluenga. Se encuentra a 760 metros de altura, en el Valle del Alberche, un río que da mucho juego a esta bonita y animada población situada entre montañas.
Es éste un municipio que roza los 2.000 habitantes, pero que multiplica su población los fines de semana y en verano, por lo que ha hecho del turismo uno de sus principales motores económicos. Cualquier momento del año es bueno para acercarse a recorrer su espectacular entorno natural, repleto de senderos, cascadas, arroyos y hasta refrescantes piscinas naturales. Junto al pueblo, los campos de melocotoneros lo llenan todo de flores rosadas en primavera, y en cualquier época se puede disfrutar por la noche de un impresionante cielo estrellado.
Es el destino perfecto para degustar cocina típica castellana y tradicional de la zona, y probar las excelentes carnes y otros productos de la tierra. Para los más activos, aquí se puede practicar senderismo o hacer rutas a caballo, además de contar con la posibilidad de hacer paintball, airsoft o kayaks. También hay parques de aventura y un campo de golf público de 9 hoyos Par 35 en la misma dehesa de Navaluenga. Y para los de vida nocturna, el pueblo cuenta con varios bares de copas que abren hasta bien entrada la noche.
Ruta monumental por Navaluenga
No faltan alicientes culturales en Navaluenga, que ofrece la posibilidad de realizar una magnífica ruta monumental. Incluye edificios religiosos como la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de los Villares, del siglo XIII; la Ermita de Nuestra Señora de la Merced, del siglo XVII; la Ermita de San Isidro, que está junto al Puente Románico, o la Ermita de la Virgen del Espino, situada a 1.800 metros de altura, en plena sierra.
Hay lugares emblemáticos, como la Cruz del Cerrillo de San Marcos, que cuenta con una inscripción en escritura de estilo gótico; el Puente Románico, construido en el siglo XVI, o el Potro de Herrar, una excelente muestra etnográfica de esta zona eminentemente ganadera.
Nos queda por conocer el Yacimiento Arqueológico Altomedieval de Fuenteávila, datado entre los siglos IX y XII. Se trata de una necrópolis en la que se conservan 15 sepulcros, los cuales fueron excavados en superficies planas de granito. Las tumbas se reparten en siete conjuntos de enterramiento, todos ellos muy próximos entre sí.
Disfrutar de la naturaleza en Navaluenga
Es uno de los mejores planes de cuantos se pueden realizar y disfrutar en Navaluenga. Podemos comenzar recorriendo las zonas de ribera del río Alberche, donde crecen sauces, alisos y mimbreras. En su trayecto, el río, junto a otros arroyos, ha originado todo un parque temático de cascadas, rápidos, chorreras y piscinas naturales, muy concurridas en los meses de verano.
Otros sugerentes parajes por los que hacer senderismo son los de la Garganta de Peñalar, que está a 1.022 metros de altura, junto al embalse del Burguillo; la Garganta de Lanchamala, que está rodeada por algunos de los picos más altos de la zona, como el de Lanchamala, a 1.995 metros, o el Pico de La Rubiera, que está a 2.003 metros; la Dehesa de Trampalones, con su frondoso pinar y sus abundantes plantas aromáticas, o la Garganta del Barranco Cambronal, donde encontraremos un precioso bosque de arces, tejos y abedules.
Dejamos para el final la Reserva Natural Valle de Iruelas, un espacio natural de alto valor ecológico que se encuentra incluido en la Red de Espacios Protegidos de Castilla y León. Se extiende por los términos municipales de El Barraco, El Tiemblo, San Juan de la Nava y Navaluenga, y es un lugar perfecto para pasear y contemplar, sobre todo desde el mirador natural del Puerto de Casillas, pero también para pasarlo a lo grande con el turismo activo.