Madrigal de las Altas Torres, una villa medieval con una historia fascinante
Conoce el brillante pasado histórico de esta población de Ávila a través de sus monumentos religiosos y civiles.
En la provincia de Ávila, apenas a 25 kilómetros de Arévalo, se encuentra Madrigal de las Altas Torres, una villa medieval fortificada en una llanura, sin ningún tipo de defensa natural. Destaca por su arte, cultura y, por supuesto, su historia. La muralla o el palacio de Juan II son algunas de las construcciones más significativas del municipio.
Parece mentira que esta pequeña villa haya jugado un papel tan importante en la historia, pues aquí nacieron personalidades tan relevantes como Isabel la Católica, vasco de Quiroga, obispo de Michoacán, en México; el cardenal Quiroga o Alonso de Madrigal el Tostado, prolífico escritor. Además, también es popular por ser el lugar de la muerte de fray Luis de León.
Monumentos religiosos de Madrigal
La iglesia de San Nicolás de Bari es el monumento religioso más importante de Madrigal de las Altas Torres. Fue construida en el siglo XIII y reformada en el siglo XV, de ahí su apariencia actual de estilo tanto románico como mudéjar. De su exterior destaca su torre campanario de 65 metros de altura y de su interior el artesonado de filigranas en nogal así como la pila bautismal, que acogió la celebración un bebé que llevaba por nombre Isabel y que, años más tarde, se convirtió en la Reina de Castilla. Fue declarada Monumento Nacional el 3 de julio de 1931.
Madrigal de las Altas Torres cuenta también con la iglesia de Santa María del Castillo, un templo de estilo mudéjar que, según se cree, está construida sobre los cimientos de una antigua fortaleza. Así pues, podría ser que en el lado sur de la iglesia estuviera la torre del homenaje, y el pozo que se encuentra en la sacristía, fuera el que abastecía al castillo. Tiene una sola nave de cruz latina y, detrás del retablo del altar mayor, de estilo barroco, se encontraron, en el año 1967, unas pinturas románicas pintadas al fresco que representan un pantocrátor.
En las afueras del recinto amurallado de Madrigal de las Altas Torres, se encuentran los vestigios de una extraordinaria construcción, la del Convento Agustino de Madrigal. Tenía 50.000 metros cuadrados de superficie total, una fachada de más de 200 metros de larga con dos torres en las esquinas, y un claustro de estilo berroqueño. Hoy en día solo sus ruinas delatan esta majestuosidad, pues poco más que eso queda en pie del desafortunado convento.
Monumentos civiles de Madrigal
Madrigal de las Altas Torres se encuentra dentro de un recinto amurallado, lo que lo convierte en un perfecto ejemplo de arquitectura militar medieval. Su perímetro es ovalado irregular, ya que fue adaptándose como pudo a los accedentes geográficos del terreno durante su construcción. Tiene cuatro puertas de acceso, una por cada punto cardinal, y el completo de su conjunto fue declarado Monumento Histórico Artístico el 3 de junio de 1931.
Una de las construcciones civiles más importantes es la del palacio de Juan II, que fue residencia real desde la época del rey Pedro I de Castilla. Fue acondicionado para albergar la Corte desde año 1424 hasta el 1497, cuando Isabel la Católica la trasladó. Siguió siendo morada real hasta que el emperador Carlos I lo donó a las madres agustinas, que hasta entonces estaban en el convento de extramuros. Actualmente, se puede visitar y conocer toda la historia que hay entre sus muros.
Otro edificio a tener en cuenta es el Real Hospital de la Purísima Concepción, construido en 1433 por mandato de Doña María de Aragón, primera mujer del rey Juan II. Albergó a podres y a enfermos desamparados y, a principios del siglo XIX, empezó un declive que acabó en cierre en el año 1943. Diez años más tarde reabrió como comedor de niños necesitados y, a mediados de la década de los 80, comenzó una restauración que dotó al edificio de biblioteca, salas de exposiciones, un centro de interpretación de la naturaleza y el museo de Vasco de Quiroga. Su capilla tiene la imagen del Santísimo Cristo de la Injurias, la más venerada de Madrigal, una talla de madera policromada de estilo gótico.