La piscina natural de Tapia de Casariego
En Asturias han transformado una antigua cetárea en una bonita y refrescante piscina natural de agua salada.
Tapia de Casariego es uno de los numerosos y encantadores pueblos costeros que abundan en Asturias. Son muchos los atractivos de este sugerente destino turístico, como los impresionantes paisajes que lo rodean, sus fantásticas playas, su gran oferta de alojamiento y restauración y el agradable carácter de los tapiegos.
Y como valor añadido, esta villa marinera cuenta con una bonita piscina natural de agua salada, que constituye una excelente y original forma de refrescarse. La piscina lleva el nombre de Antonio Alonso Bedia, más conocido como “Toño del Moderno”, un tapiego que, como empleado municipal, dedicó una gran parte de su vida al cuidado de ella.
Origen de la piscina de Tapia de Casariego
Hay que remontarse a finales del siglo XIX para encontrar el origen de la piscina de Tapia de Casariego, que fue la construcción de una cetárea. Se trata de una parcela de mar destinada a vivero de mariscos y de otras especies marinas para el consumo humano.
Con el paso de los años, esta cetárea tuvo otros usos, hasta que finalmente quedó abandonada. Fueron los propios lugareños los que empezaron a usarla como piscina, hasta que, en el año 2010, el propio ayuntamiento decidió reformarla. Se encargó de eliminar unas ruinas que había alrededor, y le otorgó formalmente y de manera controlada el uso de esta piscina natural.
Fue el arquitecto Jovino Martínez Sierra quien realizó el proyecto de remodelación, y lo hizo respetando en la mayor medida la estructura original, manteniendo al armonía con el entorno natural. Para acceder a esta zona de baño contaremos con varias escaleras y rampas, y dispondremos de una gran plataforma de madera para tumbarnos a tomar el sol.
Funcionamiento de la piscina natural de Tapia
Al igual que sucede en cualquier piscina, la de Tapia de Casariego precisa de una serie de actuaciones de mantenimiento para que se mantenga la salubridad y el encanto de esta refrescante zona de baño. De ello se encarga el mar Cantábrico, que gracias a una compuerta, y a las mareas, renueva continuamente el agua de la piscina, y de forma gratuita.
Y también es gratuito el acceso a la piscina, aunque el aforo está limitado a 50 personas para asegurar la seguridad y la comodidad de los bañistas. Respecto a la zona para tumbarse al sol, tiene una capacidad para unas 30 personas.
Hoy en día, la piscina de Tapia de Casariego se ha convertido en uno de los principales atractivos de esta villa asturiana, por lo que es habitual que en los soleados meses de verano se formen colas para acceder a ella. Así que, si quieres disfrutar de de un refrescante baño de agua salada, lo mejor será que madrugues.