Ortiguera, un remanso de paz, belleza natural y esencia marinera en Asturias
Situado a sólo veinte metros de altitud sobre el mar, el pequeño pueblo pesquero de Ortiguera es una auténtica joya de la costa occidental de Asturias.
Perteneciente al municipio de Coaña, en el Principado de Asturias, Ortiguera surgió de las casas de los marineros que se construyeron en las laderas de un pequeño valle con vistas al Cantábrico. Su tradición pesquera tiene raíces que se remontan a muchas generaciones atrás, con una rica historia relacionada con la captura de langostas y la caza de ballenas, y que se extendió a lo largo de siglos.
Situado a sólo de la animada localidad de Navia, hoy en día Ortiguera es un tranquilo y especial destino en el que no sólo se puede disfrutar del mar, también de la naturaleza, de la arquitectura indiana, de su peculiar puerto o de la esencia de un agradable pueblo marinero.
Qué ver en Ortiguera
Ortiguera es el lugar ideal para desconectar del ruido, ofreciendo la sensación de estar en un rincón escondido del mundo. Este encantador pueblo se abre al mar Cantábrico, brindando una de las vistas más impresionantes de la costa occidental de Asturias, donde las colinas y los acantilados se funden con el mar.
Pasear por las calles de Ortiguera es un deleite, ya que el pueblo se revelando lentamente al visitante. En la zona más cercana al mar, se encuentran las típicas casas marineras, llenas de carácter y encanto, que reflejan la esencia de la vida costera.
En la parte alta del pueblo, destacan las construcciones de estilo indiano, legado de aquellos que buscaron fortuna en América. Estas viviendas, con vistas privilegiadas al mar, ofrecen una imagen pintoresca, siendo especialmente notable la Quinta Jardón, ubicada sobre el puerto. Su fachada blanca, jardín con influencias francesas, ventanas rojas y torre mirador forman una estampa singular, representando el progreso de la villa desde el siglo XIX.
Dos faros, puerto, playa y una ermita
En un pintoresco rincón de la costa, Ortiguera sorprende con dos faros en perfecto estado, ubicados en el cabo de San Agustín. El faro antiguo, una baliza de 1945, se erige a 62 metros sobre el mar y es testigo del pasado marinero de la localidad. A su lado, el faro nuevo, construido en 1975, ofrece jardines y vistas panorámicas que abarcan desde la playa de Navia hasta el encantador puerto de Ortiguera, complementado por la cercana ermita de San Agustín.
Respecto a la ermita de San Agustín, construida en el siglo XVII, se encuentra junto al faro nuevo y añade un toque de encanto a este entorno costero. Este espacio, que alberga también un monumento a los pescadores fallecidos, es un lugar cargado de historia y tradición, especialmente durante la festividad de El Carmen cada 16 de julio.
Y no hay que perderse la playa de Arnelles. Sólo tiene 150 metros de longitud, pero está flanqueada por acantilados y se extiende bajo el cabo de San Agustín, siendo una auténtica belleza. Con acceso desde Ortiguera y Foxos, es un refugio ideal para disfrutar del verano, ofreciendo una arena dorada y olas moderadas en un entorno natural único.