Cuatro bosques españoles para disfrutar del otoño
El otoño convierte los bosque españoles en paisajes de cuento, en lugares mágicos y en escapadas inolvidables. Te proponemos cuatro bosques donde la otoñada es espectacular.
Vamos a la caza y captura de cuatro maravillosos parajes naturales que durante la estación otoñal lucen sus mejores colores, primando armónicamente las tonalidades naranjas, amarillas, ocres, rojizos... Son lugares donde ir a buscar setas, donde conseguir un magnífico material para Instagram o donde desconectar y sumergirse en destinos muy especiales en los que la naturaleza vive su mejor momento.
España es rica en parajes donde el periodo otoñal es impresionante, e inundan nuestra retina de colores impregnando nuestro sentido del olfato de olor a musgo, a hongos o a hojas mojadas. Nuestras propuestas para disfrutar de un otoño memorable son el Bosque de Muniellos, en Asturias; el Hayedo de Otzarreta, en el País Vasco; el Parque Natural del Montseny, en Catalunya, y el Parque Natural del Moncayo, en Aragón.
- El Bosque de Muniellos: ubicado en el asturiano Parque Natural de las Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias, este bosque está considerado Reserva de la Biosfera y Reserva Natural Integral. Alberga el mayor y mejor conservado robledal de España, además de avellanos, hayas, acebos, tejos y abedules. Todos ellos son árboles que despliegan su cromática gama de colores en otoño, destacando sobre el característico verdor del Principado de Asturias. El hecho de ser una Reserva Natural y de proteger el entorno ha llevado a que, durante el otoño, sólo se permita la entrada de 20 personas al día. Además, se necesita una reserva previa y una autorización para visitar el bosque de Muniellos, que puede expedirse en la página web del Principado de Asturias, hay que hacer con antelación.
- El Hayedo de Otzarreta: conocido también como el Hayedo de Isabel, se encuentra entre las provincias vascas de Vizcaya y Álava. Se trata de un auténtico bosque de cuento, y se halla en el Parque Natural de Gorbea, donde no es habitual cruzarte con mucha gente. La mayor parte de su belleza radica en sus hayas, que en este hayedo poseen una singularidad, ya que en lugar de extender sus ramas como lo hacen las hayas “tradicionales”, crecen de forma horizontal, intentando alcanzar el cielo. No es un hayedo muy grande, pero sí espectacular, sobre todo en otoño. En los alrededores Otzarreta podremos disfrutar de otros maravillosos parajes naturales, como los Tejos de las Campas de Arimekorta, la Cascada de Uguna o la Turbera de Saldropo.
- El Parque Natural del Montseny: aunque se trata de un destino muy recomendable para todo el año, es en otoño cuando este parque catalán vive su mejor momento. Se extiende por Barcelona y Girona, repartido entre las comarcas del Vallés, Osona y La Selva. Declarado Reserva de la Biosfera. Alberga un bosque mediterráneo que no sólo posee un gran encanto natural, también un cuidado patrimonio cultural que incluye varias construcciones megalíticas en la Sierra del Arca, la villa romana de Can Terrers, algunas iglesias medievales y castillos, masías fortificadas, el conjunto del Tagamanent o la Ermita de Sant Segimon, un joya del siglo X emplazada en Sant Feliu de Buixalleu, Girona.
- El Parque Natural del Moncayo: situado en el término municipal de Tarazona, en la provincia aragonesa de Zaragoza, este parque lleva el nombre de su montaña más alta, el Moncayo, cuya principal altura es el Pico de San Miguel, de 2.315 metros. Conocido también como “Monte Cano”, está considerado el techo del Sistema Ibérico. A través de sus agradables senderos, descubriremos la espectacularidad de sus pinares, y también de hayedos y robledales, los árboles estrella del otoño, que conviven con fresnos, abedules y sauces. En cualquier época del año, el espectáculo natural está más que asegurado, pero es en otoño es cuando resulta más impresionante.