Las cuevas más peligrosas de España
Aunque en España existe un buen número de cuevas que se pueden visitar, hay algunas profundas oquedades en las que nunca deberíamos poner un pie…
España cuenta con cientos de cuevas, grutas, simas y cavernas repartidas por todo su territorio. Son mundos profundos, oscuros y en muchos casos subterráneos que resultan de lo más atractivos y sugerentes.
Una buena parte de estas cuevas se encuentran gestionadas para sus visitas, pero hay otras muchas que permanecen sin ningún control de acceso. Entrar en cualquiera de estas últimas sin contar con los conocimientos que se precisan puede resultar muy peligroso. Y es que para adentrarse en una cueva es necesario informarse previamente de si es segura o si está permitida su visita, y por supuesto ir equipado con todo lo necesario, y a ser posible ir acompañado de un guía o un profesional de la espeleología.
Y luego hay cuevas que ni con equipo ni con guía, ya que su acceso está totalmente prohibido por su alta peligrosidad, o sólo es recomendable acceder con un experto. Toma buena nota de estas tres cuevas, porque son muy, muy peligrosas: la Cueva Torca del Cerro del Cuevón, en Cabrales (Asturias); la sima CJ.3 , en Soria, y la Cueva radioactiva de Castañar de Ibor, en Cáceres.
- La cueva asturiana Torca del Cerro del Cuevón, en Cabrales: ubicada en el Sistema del Cerro del Cuevón, en la parte asturiana de los Picos de Europa, y más exactamente en el municipio de Cabrales, el peligro de esta cueva radica en su profundidad. Y es que se adentra en la tierra más de un kilómetro y medio, siendo una de las simas más complicadas del mundo. Durante más de 10 años nadie se atrevió a bajar a sus entrañas, hasta que en 2015 un equipo de aventureros se adentró en ella para explorarla, haciendo el descenso en varias etapas. Tuvieron que superar complicaciones como la presencia de cascadas y el torrente de agua subterráneo del río Marbregalo. Así que, si quieres visitarla, haz un curso intensivo de espeleología.
- La Sima CJ.3, en Soria: la curiosa particularidad de esta cueva soriana es que se ha quedado sin oxígeno. Se encuentra ubicada en el espectacular paraje del Cañón del Río Lobos, en un pinar cercano al pueblo de Casarejos. Sólo cuenta con 50 metros de profundidad, lo que no radica ningún peligro, pero sí que conlleva un gran riesgo que en los últimos años la cueva ha empezado a quedarse sin oxígeno. Las alertas saltaron hace tres años, cuando una joven se desmayó en el interior de la cueva. De forma inmediata se dio parte al Instituto Geológico y Minero de España para saber que había ocurrido. Hasta el lugar se trasladó un equipo de bomberos, los cuales fueron testigos de la casi total falta de oxígeno en su interior. Desde entonces está totalmente prohibido el acceso a esta cueva.
- Cueva radiactiva de Castañar de Ibor, en Cáceres: fue un agricultor el que, de forma casual, descubrió la cueva de la localidad cacereña de Castañar de Ibor en el año 1967. Y resultó ser un hallazgo de una enorme riqueza geológica, contando con pasadizos de hasta 250 metros de longitud. Pero esta profunda oquedad también sorprendió con una particularidad muy peligrosa, su alto nivel de radiactividad. Así lo determinaron un equipo de investigadores en el año 2016 tras comprobar que, en su interior, se superaba en más de 100 veces los niveles que permitía la Unión Europea en espacios habilitados para las visitas de tipo turístico. Los niveles máximos permitidos que se permiten para estos lugares son de 300 becquerelios por metro cúbico, y en la cueva de Castañar de Ibor se registraron hasta 31.900 becquerelios por metro cúbico. Lógicamente, actualmente su acceso está totalmente prohibido.