Descubre 4 de los pueblos más bellos de Almería

En el sudeste de la Península Ibérica, entre el apacible Mar Mediterráneo y la majestuosa Sierra Nevada, hallamos situada la provincia andaluza de Almería. Y si por algo destaca esta provincia es por su extraordinaria diversidad paisajística. Aquí encontramos desde exuberantes bosques en las montañas, hasta playas vírgenes en la abrupta costa, pasando por desiertos tan peculiares como el de Tabernas.

Además, su rico legado histórico y patrimonial se manifiesta en los numerosos pueblos y ciudades que se reparten por toda la región. A continuación, presentamos cuatro de los pueblos más encantadores de Almería, para que elijas tu próxima escapada.

Laujar de Andarax, uno de los pueblos más bellos de Almería

Laujar de Andarax, reconocido como la capital de la Alpujarra Almeriense, personifica el encanto andaluz que cautiva a quienes visitan este pueblo. Allí hay que visitar la imponente iglesia parroquial de la Encarnación, que combina los estilos barroco y mudéjar y recibe el apelativo de la "Catedral de La Alpujarra". La historia y la arquitectura convergen en la Alcazaba de Laujar, el que fuera el último refugio de Boabdil, el último monarca nazarí de Granada.

Si queremos vivir una maravillosa experiencia natural, nada mejor que perdernos por el Parque Natural de Sierra Nevada. En este gran paraje, los aficionados a la naturaleza podrán recorrer rutas tan hermosas como la de El Nacimiento o la de Los Cerecillos - El Encinar.

Vélez-Rubio, un pueblo de belleza singular

Vélez-Rubio es la capital de la comarca de Los Vélez y la puerta oriental de Almería. Este municipio conserva una arquitectura de estilo tradicional, y su casco antiguo ha sido declarado Bien de Interés Cultural. La Iglesia de la Encarnación posee una posición dominante, siendo visible desde varios puntos del pueblo. Por otro lado, la Iglesia del Carmen llama la atención por su distintiva fachada.

La ruta de lugares que no podemos perdernos incluye el Palacio de las Damas Catequistas, el Convento de la Inmaculada, fundado en el siglo XVII, o el Museo Comarcal Miguel Guirao. Este último alberga una colección que abarca desde artefactos prehistóricos hasta objetos de épocas más recientes, todo ello en su sección etnográfica.

Pero si lo que te va es la naturaleza, Vélez-Rubio ofrece varias rutas de senderismo, como la ruta de Los Ruices y La Monja, la que lleva al río Chico o la que nos acerca a la Cueva del Toro. Otra opción es subir a la fortaleza de Castellón, donde comienza y termina una preciosa ruta circular que nos permite disfrutar de vistas espectaculares de la zona.

Rodalquilar: cultura, naturaleza y mar

Este antiguo pueblo minero se encuentra en el corazón del Parque Natural de Cabo de Gata, en Almería. En las montañas de la zona se extraía alumbre, y durante los siglos XIX y XX se explotaron las minas de oro. A la entrada del pueblo se conservan las antiguas viviendas de los mineros, todo un testimonio de su pasado industrial. Para saber más sobre todo ello, nada mejor que visitar el Museo del Minero.

Otro de los lugares imprescindibles en Rodalquilar es el Jardín Botánico el Albardinal, un lugar ideal para descubrir la flora autóctona, y emplazado en un entorno diseñado para educar y preservar. A aproximadamente un kilómetro del pueblo se halla la Playa de El Playazo. Para llegar a ella pasaremos junto a la Torre de los Alumbres, una antigua torre defensiva del siglo XVI que se edificó para preservar la mina de los continuos ataques piratas.

Hay otra torre más adelante, la de los Lobos, que también es conocida como el Faro de la Polacra. Aunque quedó destruida por un terremoto en 1680, en el siglo XVIII, y durante el reinado de Carlos III, fue reconstruida. Ubicada a 280 metros sobre el nivel del mar, desde su cima se pueden contemplar vistas panorámicas de la zona. No muy lejos de allí se encuentra el Cortijo del Fraile, una finca que fue declarada Bien de Interés Cultural.

Abrucena, una joya de Almería

En las alturas de Sierra Nevada, y formando parte de la comarca de Los Filabres-Tabernas, se ubica Abrucena. Se trata de un destino imprescindible para aquellos que buscan descubrir los pueblos más bellos de Almería. Al adentrarte por la calle Balsillas, te verás inmediatamente inmerso en la calle Real, que te conduce hasta la iglesia parroquial de la Anunciación, que destaca por su torre de piedra de gran elegancia. Continúa tu recorrido hasta llegar a la plaza de Andalucía, donde se erigen algunas antiguas residencias, como la Casa de Consuelo, del siglo XVI , y la Casa de Félix, del siglo XIX.

Para los aficionados al senderismo, resulta imperativo recorrer el Sendero de La Jairola. Haz una pausa en su mirador para deleitarte con las vistas de Abrucena y de las montañas de los Filabres. Así mismo, en la zona recreativa de La Roza, podrás sumergirte en uno de los bosques más cautivadores de la provincia. Y si te apasiona la historia, no puedes dejar de visitar las ruinas del Castillejo de Abrucena, parte integral de las estructuras defensivas erigidas hace siglos a lo largo de la ruta entre las provincias de Granada y Almería.