Villena, una grata sorpresa en el interior de Alicante

El interior de la provincia de Alicante, en la Comunidad Valenciana, nos reserva grandes sorpresas. Es el caso Villena, un bonito pueblo presidido por un enorme castillo árabe. Se halla en el noroeste provincial, limitando con la Región de Murcia, con Castilla-La Mancha y con la provincia de Valencia.

Esta histórica localidad ha sido punto de encuentro de varias culturas a lo largo de los siglos, proporcionando a la villa un gran legado cultural y monumental. Pero la cosa no queda ahí, porque en Villena también disfrutaremos de una gran oferta gastronómica y enológica, de una enorme variedad de fiestas y eventos o de una preciosa naturaleza que invita a realizar rutas de montaña, a hacer escalada o a emprender recorridos cicloturísticos o en BTT. ¿Te apuntas?

Qué ver en Villena

El recorrido por esta villa alicantina empieza, de forma inevitable, con la visita al Castillo de la Atalaya. De origen árabe, en la actualidad cuenta con un doble recinto amurallado de planta rectangular, en el que destaca la Torre del Homenaje. Declarado Monumento Histórico Artístico Nacional, se puede visitar de martes a viernes, ofreciendo pases a las 10:30, 11:30, 12:30 y 15:30 horas, y también los sábados, domingos y festivos a las 11:00, 12:00 y 13:00 horas. El precio de la entrada es de tres euros, siendo el de entrada reducida de 1,5 euros.

Nos queda mucho por ver en Villena. En el capítulo de edificios religiosos, destacar la Iglesia de Santiago, del siglo XV y aspecto catedralicio, que también es Monumento Histórico Artístico Nacional, y la Iglesia de Santa María, del siglo XVI. Seguimos el recorrido acercándonos a conocer el Teatro Chapí, del primer cuarto del siglo XX y estilo clásico, o el Tesoro de Villena, que fue descubierto en 1963. Integrado por sesenta y seis pieza de oro, plata, hierro y ámbar de la Edad de Bronce, está considerado como uno de los mayores descubrimientos arqueológico del siglo XX en Europa. Se puede ver en el Museo Arqueológico José María Soler.

Hay otros museos que merece la pena visitar, como el Museo Navarro Santafé, artista local creador, entre otras muchas obras, de la famosa estatua madrileña de “El Oso y el Madroño”, o el Museo Festero, donde conoceremos todo lo relacionado con las Fiestas de Moros y Cristianos de Villena.

Descubre Villena

Si te gusta la naturaleza, la gastronomía o la enología, Villena es tu próximo destino. Rodeada por bonitos paraje naturales, como la Sierra de las Salinas, la Sierra de la Villa, los picachos de Cabrera o la Peña Rubia, contaremos con el entorno ideal para realizar escalada, sobre todo vías ferratas; cicloturismo, senderismo u observación de pájaros. Otras originales actividades son pasar una jornada teórico-práctica en un colmenar tradicional situado en la Sierra de Salinas; conocer AAP Primadomus, un centro de rescate de animales exóticos, o hacer un picnic en el paraje de las Cruces, que cuenta con aparcamiento, bancos y mesas, zona de juegos infantiles, barbacoas…

Si eres un amante de la buena gastronomía, aquí degustarás ricos platos de cuchara, originales tapas o exquisitos dulces. Apunta estas sugerencias culinarias: el contundente gazpacho de Villena, que incluye ingredientes tan curiosos como pollo o caracoles; el zarangollo, un sofrito de calabacín, cebolla y tomate que se sirve de tapa, o los rollicos de vino, una dulce delicia villenense.

Y Villena es el municipio con mayor número de bodegas de la provincia, formando parte de la turística Ruta del Vino de Alicante. El suave clima local es ideal para el cultivo de la vid y la elaboración de vinos, dando lugar a frescos y afrutados blancos y rosados, y a tintos cálidos con aromas balsámicos. El Fondillón es el vino alicantino más popular. Tiene 18 grados, se elabora sólo con uva de la variedad Monastrell y es dulce y espeso. De todo esto, y de mucho más, te informarán en el Centro de Información Turística de Villena, que está en la Plaza de Santiago, 5.